Core

Se denomina con el nombre de Core al grupo de músculos que envuelve el centro de gravedad de nuestro cuerpo. Core es una palabra inglesa que significa precisamente núcleo o centro. Aunque es una zona relativamente pequeña, que comienza por debajo del ombligo, está formada por numerosos músculos: Los principales son el recto del abdomen, el transverso del abdomen , músculos multífidos, oblicuos externo e interno, suelo pélvico, diafragma, cuadrado lumbar y erectores de la columna. Pero además, aunque no formen parte del Core directamente, también están implicados en cierta medida otros músculos que tienen inserciones en la cadera como son los glúteos, los isquiosurales y los grupos rotadores de la cadera.

Estos músculos son los estabilizadores del cuerpo y como tales están implicados en casi todas las acciones del mismo. Se mantienen activados al mantenerse de pie, así como al estar sentados, en la flexión de la cintura, así como en la lateral. Una buena tonificación del Core favorece el equilibrio y mejora la postura. Además, estos músculos son también responsables de sujetar los órganos internos que se encuentran alojados en el tronco.

Pero su importancia va aún más allá de la estabilidad del tronco y de la pelvis ya que está implicada en funciones como la respiración, con el trabajo del diafragma que se contrae y desplaza en dirección a la pelvis en la inspiración y hace el recorrido inverso en la espiración. Además, estos músculos están implicados en la digestión la que el diafragma y el transverso del abdomen son importantes para la compresión y descompresión abdominal ayudando al desplazamiento de los alimentos por el intestino y la expulsión de los desechos.

La contracción y relajación del Core favorece el retorno venoso y la distribución de la sangre como un bombeo que ayuda al movimiento de los líquidos en el cuerpo. Los músculos que rodean el centro de gravedad de nuestro cuerpo deben estar fuertes también para controlar las presiones que se producen en el organismo al estornudar o al toser para evitar inconvenientes como las pérdidas de orina. En definitiva, el nombre Core, del inglés, núcleo, define en forma y en fondo la importancia nuclear de este grupo muscular.

Aunque no lo parezca, el estado del Core no tiene solo que ver con el entrenamiento. Los estados de ánimo hacen que se modifique la postura provocando torsiones y tensiones en diferentes partes del cuerpo. Esa postura provocada por un desajuste emocional mantenida en el tiempo provoca dolor crónico, por eso, estados emocionales como el estrés o la ansiedad pueden repercutir en el Core y causar problemas musculo-esqueléticos.