Angiogénesis

La angiogénesis es la formación de nuevos capilares o vasos sanguíneos a partir de otros ya existentes. Se trata de un proceso que está inhibido en el organismo y que puede observarse solo en situaciones concretas como durante la reproducción, el desarrollo y la cicatrización de heridas. Es decir, cuando el cuerpo crea nuevos tejidos que deben ser vascularizados. También se ha detectado como parte de algunas patologías como la psoriasis o la artritis reumatoide y se ha identificado como factor esencial para el crecimiento tumoral.

Sin embargo, hay otra circunstancia en la que se produce angiogénesis en individuos perfectamente sanos y es con la hipertrofia muscular. En este caso, correspondería a la creación de nuevos tejidos y al riego de los mismos así como al aumento en los ya existentes. En este sentido, el entrenamiento físico de la resistencia promueve la angiogénesis y mejora la salud metabólica. Un estudio realizado por la Universidad de Maastricht en hombres jóvenes concluye que, efectivamente, las adaptaciones microvasculares y los caminos moleculares involucrados aumentan después de dos semanas de un programa de entrenamiento de la fuerza con una duración completa de 12 semanas (tiempo que duró el estudio), lo que da un apoyo mayor al programa de entrenamiento de fuerza para optimizar la salud metabólica.

Además, la exposición a la hipoxia se está utilizado para mejorar el rendimiento físico tanto en altitud como a nivel del mar ya que estimula diferentes genes involucrados en la eritropoyesis, en la síntesis de mioglobina y hemoglobina, en la glucolisis, en el transporte de glucosa y, para el caso que nos ocupa, en la angiogénesis. El objetivo último, en cualquier caso, es la mejora del rendimiento deportivo en profesionales de élite, si bien la mejora de la salud metabólica resulta una cuestión interesante para la población en general, en cuyo caso, no necesita involucrar la hipoxia en los entrenamientos.