Recetas sanas
La receta que te hará ver las acelgas como un manjar y no como un suplicio
¿Sabías que las acelgas de hojas verdes intensas son las mejores para cocinar? Esta es la innovadora receta que debes probar este invierno (y no dejar de tomar en verano)
La acelga , «Beta vulgaris var cicla», es una planta de la familia de las Amarantáceas. La acelga es una subespecie de «Beta vulgaris», como lo es la remolacha aunque a diferencia de éstas se cultiva por sus hojas, en lugar de por sus raíz. Dichas hojas son verdes y nervadas y sus pencas, en función de la variedad pueden ser amarillas, blancas o rojas. Los pigmentos o betaínas que tiñen los nervios de las variedades rojas recuperadas recientemente son los mismos que están presentes en la raíz de la remolacha .
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La acelga es una verdura cultivada durante todo el año aunque la mejor época para su consumo va desde el final del otoño hasta el comienzo de la primavera, por lo que estamos en el momento perfecto para su consumo. Su sabor es similar al de las hojas de espinaca. Las pencas son deliciosas, hasta diríamos que suculentas para cualquier amante de los vegetales, tienen un sabor muy suave así que no dudéis nunca en aprovechar y cocinar esta parte de la acelga. Si lo hacéis, cocinar por separado las pencas de las hojas, ya que si bien la hoja necesita simplemente una cocción rápida o blanqueado, el tallo precisa de un poquito más de tiempo para que se ablande.
Las hojas de color verde intenso son las mejores. Muy amarillas indican que la planta ya ha florecido y esto hace que el sabor de la penca se vuelva amargo. Blanquear siempre y evitar hacer tiempos de cocción prolongados es también una garantía para obtener una sabor suave, no amargo. Esos matices amargos y terrosos son los que suelen hacer que apartemos este tipo de vegetales de nuestra alimentación y no hay mejor forma de incluirlos que seleccionarlos adecuadamente y aprender a cocinarlos como se merecen.
Ingredientes
- Vinagre 1 cucharada
- Huevos grandes 4
- Lentejas negras cocidas 2 tazas
- Chalotas en aros finos 2
- Ajo rallado 2 dientes
- Perejil fresco picado 2 cucharadas
- Zumo de limón 2 cucharadas
- Sal y pimienta recién molida Al gusto
- Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
- Acelgas grandes, sin nervios ni tallos 1 manojo
Es una verdura de muy bajo contenido calórico, rica en agua, fibra, vitaminas y minerales. Es una de las verduras más ricas en folatos, con cantidades importantes de beta-caroteno (provitamina A) y un discreto aporte de vitamina C. Sus hojas verdes exteriores son las de mayor contenido en vitaminas. Potasio, magnesio y sodio son los minerales con mayor presencia en este vegetal y en menor medida yodo, hierro y calcio.
La receta de hoy combina a la perfección tres ingredientes sencillos y asequibles, un vegetal de temporada, una deliciosa legumbre y el huevo , ese que nos saca de tantos apuros, y espero que te encante el resultado.
Preparación
Cocer las lentejas partiendo de agua fría, sin sal y con una hoja de laurel, durante unos 15 minutos, comprobando que no se pasen. Escurrir y reservar.
Llevar a ebullición agua abundante en una cazuela, reducir el calor para que el agua hierva a fuego lento y agregar el vinagre. Romper el huevo en un tazón pequeño y luego deslizarlo suavemente en el agua. Repetir con los huevos restantes, esperando hasta que las claras comiencen a cuajar antes de agregar el siguiente. Es importante que para esto los huevos sean fresquísimos. Después de aproximadamente 3 minutos, las claras se deben cuajar y las yemas aún deben estar líquidas. Con una espumadera, transferir los huevos a un plato con papel absorbente.
Blanquear la acelga en abundante agua hirviendo durante no más de 2 minutos, retirar y pasar por agua fría, escurrir y reservar.
Sofreir en el aceite las chalotas en aros y el ajo rallado. Cuando estén dorados añadir las lentejas y rehogar durante un par de minutos. Condimentar con sal y pimienta negra y un chorrito de zumo de limón .
Agregar las acelgas, remover con cuidado y pasar a emplatar con el perejil picado y el huevo escalfado encima.
Truco : Si tenemos unas acelgas bien tiernas, siempre podemos cortarla fina y rehogarla junto a las chalotas, ahorrándonos así varios pasos.
Un plato sencillo pero sabroso y también versátil ya que podemos cambiar la lentejas por garbanzos y añadirle un toque de especias orientales... ¿Ya has puesto en marcha tu creatividad para sacarle el mejor partido a los vegetales?