Receta
Raviolis de remolacha con ricotta de anacardos: parece pasta, pero no es pasta
Esta es la versión vegetal de un plato tradicional de pasta, el ravioli, conocido por estar relleno de queso o de carne
No es la primera vez que os hablo de remolachas y es que esta humilde raíz merece ser incluida en nuestros platos por su interés a nivel nutricional y también por todos los matices de color, aroma y sabor que nos aportan. Aprender a trabajar un determinado vegetal, de esos que no usamos habitualmente, requiere para empezar de mucha curiosidad, una boca y nariz preparados para experimentar y, tal vez, un poco de investigación.
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La remolacha es de esos alimentos que no a todo el mundo le gusta, quizá por su sabor terroso y dulce o porque el proceso de cocción es largo, quizás también porque manejarla implica manchar las superficies de trabajo y acabar manchados casi con toda probabilidad, sus pigmentos son uno de sus principales atractivos.
Si queremos garantizar un buen resultado buscaremos otros alimentos con los que la acompañaremos, y la remolacha combina bien con otros sabores salados y ácidos, o ambas cosas al mismo tiempo como los quesos, la anchoa, el berro, la cebolla , la manzana ácida, la naranja, la patata, así como nueces , comino, coco, eneldo, chocolate o carne de cerdo. La remolacha también nos sirve para teñir y aportar un fantástico sabor a ingredientes de sabor más plano como los arroces o las pastas. Resulta deliciosa en zumos con zanahoria , manzana verde y apio, en hamburguesas y albóndigas vegetales, encurtida o en risottos.
Ingredientes (2 personas)
- Remolacha fresca de buen tamaño 1
- Anacardos crudos 100 gramos
- Pistachos tostados y salados 20
- Zumo de un limón
- Zumo de ½ naranja
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
- Hojas de albahaca fresca
- Hojas de perejil fresco
- Brotes de rúcula 1 taza
- Manzana granny smith 1/2
El plato que hoy os traigo combina algunos de ellos y estoy segura de que el resultado os sorprenderá ya que es una versión totalmente vegetal de un plato de pasta rellena de queso y... ¿cómo? Solo tienes que seguir leyendo.
Preparación:
Preparamos la ricotta de anacardos remojando durante al menos 2 horas los anacardos crudos. Pasado este tiempo escurrimos los anacardos y los trituramos junto a una cucharadita de zumo de limón , 50 ml. de agua, una pizca de sal y, opcionalmente, una cucharadita de levadura nutricional si queremos un sabor más intenso. Debemos obtener una textura similar a la de un queso cremoso.
Elaboramos un aceite de albahaca triturando un puñado de hojas grandes de albahaca con ¼ de taza de aceite de oliva virgen extra y reservamos.
Lavamos bien la remolacha debajo del grifo usando un estropajo o cepillo específico para este fin con el que rascaremos ligeramente la superficie. Con ayuda de una mandolina cortar la remolacha en rodajas lo más finas posibles. Escaldarlas en abundante agua hirviendo con sal durante 3-4 minutos, escurrir y transferir a un bol con agua fría para cortar la cocción y que no se pierda el color. Con este paso, además de dejar al dente la remolacha, suavizamos ese sabor terroso tan característico.
Una vez blanqueada la remolacha, la traspasamos a otro bol donde la maceraremos con el zumo de media naranja y medio limón, sal y pimienta negra y una cucharada de aceite de oliva virgen extra . Dejamos macerar durante 30 minutos.
Lavamos bien y cortamos en pequeños dados la manzana verde, su acidez combina genial con la remolacha. Para que no se nos oxide podemos añadir unas gotas de zumo de limón y remover .
Preparar el plato rellenando cada lámina de remolacha macerada con una cucharadita de ricotta de anacardos.
Añadir los brotes de rúcula , los dados de manzana, los pistachos machacados, pimienta molida y el aceite de albahaca, decorando para finalizar con unas hojas de perejil y albahaca.
Un plato de lo más fresco y que sorprenderá a más de uno. ¿Y tu? ¿Te atreves a incluir remolacha en alguno de tus platos?