Supercompensación

La supercompesación es la reacción que tiene el organismo ante un entrenamiento de cierta intensidad. Tiene que ver con la carga de trabajo durante el entrenamiento y con el descanso posterior para la recuperación. En este sentido, la supercompesación es todo aquello que sucede en el cuerpo en relación con las adaptaciones, mejoras y restauraciones después de haberlo sometido al estrés físico . Es decir, tras un entrenamiento con una intensidad adecuada y el correspondiente desgaste, si se hace la recuperación adecuada, el nivel físico y el rendimiento va creciendo paulatinamente.

Por tanto, la mejora de la condición física tiene tanto que ver con el trabajo como con el descanso. En este sentido la rutina es importante ya que un entrenamiento esporádico aislado no tendrá efecto alguno. Hay que organizar una frecuencia de entrenamiento que permita una respuesta de adaptación del organismo y favorezca la supercompensación.

La carga también será un factor determinante ya que si es insuficiente no habrá ningún tipo de reacción adaptativa al esfuerzo. Es decir, hay que propiciar las condiciones adecuadas como para que el cuerpo note una diferencia a la que tenga que adaptarse. Para eso es necesario programar entrenamientos equilibrados que no causen problemas por exceso ni se queden sin efecto por defecto, buscando la relación adecuada entre duración, intensidad y frecuencia.

Así las cosas, para conseguir una mejora continuada y progresiva, hay que alternar entrenamientos intensos que inducen a la adaptación con otros de menor intensidad que favorecen la recuperación activa. De otro modo, si se mantiene la fatiga , el rendimiento deportivo irá disminuyendo, consiguiendo justo lo contrario de lo que se pretende. Por eso es importante recordar que no se trata de entrenar mucho sino de hacerlo bien para lo que es recomendable seguir los consejos de un profesional.

1.- Entrenamiento físico que altere el estado biológico en condiciones normales haciendo un trabajo muscular y de consumo de energía mayor al habitual.

2.- Llega la sensación de fatiga y arrancan una serie de procesos metabólicos.

3.- A mayor fatiga, menor será la capacidad funcional.

4.- Tras el entrenamiento llega la fase de compensación.

5.- El organismo repone los depósitos de energía consumidos.

6.- El tiempo de compensación debe ser suficiente entre sesiones para que se haga de manera completa.

7.- La capacidad funcional se recupera y tiene un valor más alto que al inicio del primer entrenamiento y al alcanzar el valor máximo se habla de supercompensación.

8.- Tras compensarse por completo, el organismo lo hace en una nueva breve fase que sitúa por encima del estado biológico normal.

9.- Para mantener la mejora hay que seguir con las rutinas de entrenamiento planificadas.