Consejos prácticos
La regla de oro para conservar los alimentos que almacenas en la cocina
Evitar la exposición al sol, ordenarlos por grupos o colocarlos según su fecha de caducidad son hábitos clave para alargar la vida de los alimentos
Aunque parezca una cosa muy obvia, la manera en la que guardamos y conservamos nuestros alimentos en casa es esencial para evitar que se pongan en mal estado o pierdan propiedades. Si, nada más llegar de la compra, simplemente vamos dejando los productos por los armarios y estantes sin cuidado, nos arriesgamos a echar a perder alimentos que, en óptimas condiciones de almacenaje, pueden conservarse durante un periodo prolongado.
Por ello, aplicar una rutina de orden en nuestra cocina es muy importante, especialmente a la hora de colocar la compra nada más llegar a casa. Marisa Burgos, dietista-nutricionista de Alimmenta , explica que, tanto si hablamos del congelador, como de la nevera o la despensa, siempre debemos aplicar la misma regla: «Lo primero que entra es lo primero que sale». Por ello, los a limentos recién comprados deberán ir detrás de los comprados con anterioridad o con caducidad más cercana, para que vayamos usando primero los alimentos «más antiguos».
Ana Amengual, del centro de nutricionistas de Barcelona Júlia Farré , advierte la importancia de, en primer lugar conservar lo más rápidamente posible lo que es congelado y posteriormente lo fresco, «para evitar en la medida de lo posible que se rompa la cadena de frío».
Colocar los alimentos por categorías
Una vez hecho esto, pasamos a colocar los alimentos que corresponden a los estantes. Recomienda la nutricionista que agrupemos los productos en la despensa por grupos de alimentos . «Podemos utilizar las siguientes categorías: desayunos, frutos secos y frutas desecadas, harinas , pastas y cereales, conservas de pescados y mariscos, aperitivos, conservas de vegetales y por último salsas y otros condimentos», enumera Ana Amengual.
También, con el objetivo de no tener todo desordenado y que los productos queden bien agrupados, aconseja colocarlos en cajitas o bandejas y etiquetar cada grupo «para que todos en casa sigan el mismo orden al coger y volver a guardar un producto».
A la hora de guardarlos, comenta Marisa Burgos que contamos con dos opciones: Desechar el envase en el que vienen y colocarlos en recipientes transparentes con tapas o mantener el producto en su envase original . Apunta la profesional que «los envases de estos alimentos están diseñados para mantenerlos bien conservados durante largos períodos de tiempo y además contienen toda la información necesaria que nos indica como debemos usar el producto, su origen y su fecha de elaboración». Por ello, puede ser una buena opción mantener los productos en sus envases, en especial si son transparentes y nos dejan ver la cantidad de producto que contienen. «Podemos optar por utilizar las pinzas de uso habitual, que permiten mantener el producto cerrado y son bastante cómodas de usar», añade.
¿Cambiar de envase legumbres y pasta?
Si preferimos pasar los alimentos (como puedes ser legumbres, pasta o frutos secos) a otros envases, recomienda la nutricionista de Alimmenta que optemos por tarros transparentes alargados y con tapa que permitan mantener la despensa más organizada y aprovechada al máximo. «Si los tarros son de vidrio, que es el mejor material de conservación, en conjunto pueden llegar a pesar bastante y debemos tener cuidado para no sobrepasar el peso que puede llegar a aguantar nuestros estantes», advierte.
Ambas profesionales recomiendan que todos los alimentos y productos alimentarios estén resguardados de la luz solar. Por ello, Ana Amengual comenta que lo mejor es conservar todo en estantes cerrados con una puerta, para que esté separado «del ambiente y calor de la cocina». Marisa Burgos advierte que, si los alimentos se ven expuestos de manera prolongada a la luz solar, se puede afectar «tanto su seguridad microbiológica como sus propiedades organolépticas» y añade que «incluso puede haber enranciamiento de las grasas que contienen».
La revisión mensual de la despensa
Ana Amengual tiene dos consejos finales, que nos ayudarán a conservar durante más tiempo los alimentos. En primer lugar, nos anima a desprendernos de aquellos alimentos que no vayamos a comer. «Si ya hace mucho tiempo que tienes algo rondando por la despensa, pero nunca le has sacado partido y solo hace que ocupar espacio, despréndete de él. Consúmelo de una vez, regálalo, dónalo o tíralo», dice la profesional. Por otro lado, explica que podemos aprovechar y, cada 15 días, o un mes, quitar todo lo que tengamos en la despensa, para « hacer una limpieza de las superficies y puertas de la despensa».
«Como estos alimentos no tienen prisa por guardarse porque a temperatura ambiente se conservan bien, tómate tu tiempo si quieres tras llegar de la compra a casa para reorganizar los productos, retirar lo que no vayas a consumir o incluso hacer un inventario de lo que tienes para incluir esos alimentos en tu menú semanal. Así usarás más lo que ya tienes y evitarás comprar en vano», concluye la nutricionista del centro Júlia Farré.
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