Hamburguesas vegetales: cinco recetas para disfrutar sin remordimientos
Estas hamburguesas fáciles se convertirán en tus favoritas
Nutrición
El puerro es una de las hortalizas más conocidas, junto con los ajos, las cebollas , las cebolletas y el cebollino. Se cultiva durante la mayor parte del año, siendo los meses más cálidos (abril, mayo, junio, julio) donde escasean. Según los expertos de Soy de Temporada, se necesitan alrededor de cinco meses de cultivo y se cultiva principalmente por su bulbo, aunque también son comestibles las hojas . Se puede comer crudo en ensaladas, cocido en sopas o en ricas cremas de puerro, según La Fundación Española de Alimentación.
«El verdadero origen del puerro no se conoce con certeza, ya que nunca se ha encontrado una variedad silvestre. No obstante, se cree que procede de Mesopotamia, Egipto, Turquía e Israel, donde se consumía hacia el año 3000 ó 4000 a.C. Más adelante fue cultivado por los romanos, quienes, además de ser grandes consumidores de esta hortaliza, la introdujeron en Gran Bretaña, donde tuvo gran aceptación. En la Edad Media, el puerro comenzó a adquirir importancia porque su consumo contribuyó a paliar el hambre de aquella época. Fue entonces cuando su cultivo se extendió por toda Europa y, desde allí, al resto del mundo. En la actualidad, en España, las zonas en las que el cultivo del puerro está más extendido son las del norte, entre las que destacan Navarra, La Rioja y País Vasco», según recogen los documentos sobre este alimento en la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Como en casi todas las hortalizas , lo primero que hay que hacer es retirar o cortar la raíz. Cuando lo has cortado también a lo largo, colócalo en un recipiente con agua fría y, con tus manos, remueve para agitar el agua y eliminar todo tipo de suciedad . Los puerros frescos deben almacenarse en el frigorífico sin lavar y sin cortar. Además, si los envuelves en una bolsa de plástico o papel de cocina los ayudará a retener la humedad y conservar la frescura entre una y dos semanas. Si, por el contrario, se quieren guardar por más tiempo, la mejor opción es congelarlos, lavándolos bien, picándolos y secándolos antes de guardarlos en la nevera o congelador.
Según la organización Tubérculos, el puerro tiene un número de calorías relativamente bajo (solo 61 calorías por cada 100 gramos) y un alto contenido de fibra, por lo que pueden hacernos sentir satisfechos por más tiempo sin necesidad de incrementar demasiado la ingesta calórica diaria. Además, se trata de un prebiótico (compuesto de fibra no digerible), y la inulina presente en los puerros puede ser muy beneficiosa para personas con diabetes, obesidad y sobrepeso, manteniendo el equilibrio y la diversidad de las bacterias intestinales, sobre todo cuando se combina con un nivel adecuado de probióticos.
Principal fuente de proteínas, fibra, folatos, vitamina C y B6
Son ricos en aceites esenciales sulfurados volátiles y picantes
Combaten el desarrollo de infecciones comunes
Mantienen los huesos saludables al regular el flujo sanguíneo
No se recomiendan en personas con problemas de vesícula o riñón
Quienes sufran de hipotensión, deben de limitar el consumo de puerro debido a que puede bajar la tensión