Ostra

La ostra (Crassostrea gigas) es un molusco bivalvo que corresponde a la especie Ostrea edulis de la familia de los ostreidos. También se le conoce con el nombre de “Ostra Común” o “Europea Plana”. Estas son las más cotizadas y las de mayor valor gastronómico. Por otro lado, existen ostras del género Crassostrea, que son las cóncavas y que tienen una carne más basta y mucho menos cotizada.

Las ostras son consideradas un auténtico manjar en muchos países. Normalmente se consumen frescas y en crudo. Lo mejor es abrirlas en el momento de consumir y aspirarlas absorbiendo toda su agua y sabor a mar. Son unos de los mariscos comestibles más apreciados y esto no es algo reciente. En época del Imperio Romano las ostras llegaron a valer hasta 10 veces más que una langosta. Marco Polo fue el que importó la Acuicultura de China, una técnica que se empezó a aplicar a las ostras de Europa.

Lo que se consume de la ostra es su cuerpo compuesto por el aparato digestivo y los órganos reproductores recubiertos de una membrana más o menos carnosa de textura mucosa y resbaladiza. Una textura que o gusta mucho o no gusta nada. A la hora de comer ostras no existen los grises, o las amas o no.

A este molusco bivalvo tan apreciado también le rodean algunos falsos mitos como que es una comida afrodisiaca, así como que es un producto caro.

No todas las ostras son iguales y existen en el mercado diferentes tipos:

- Planas y dentro de estas, están :

· Ostra común (Ostrea edulis), también llamada Plana o Europea. Es la más valorada. Su tamaño oscila entre los 6 y 9 cm.

· Ostra del Mediterráneo (Ostrea plicata), es conocida también como morruncho.

· Ostra Olimpia o plegata (Ostrea lurida). Sus dos valvas son muy similares y su tamaño no suele pasar de los 8 cm de largo y los 6 de ancho. Se encuentra en la costa norte del Pacífico de América del Norte.

- Cóncavas :

· Ostra portuguesa u ostión (Crassostrea o Gryphaea angulata). Esta ostra se encuentra en abundancia en la desembocadura de los ríos Guadiana y Guadalquivir.

· Ostra americana u ostión virgínico. Se llama también Ostión Americano y se encuentra especialmente en el Golfo de México.

· Ostra u ostión japonés (Crassostrea gigas). Es también conocida como la ostra Rizada o Gigante. Es de gran tamaño, puede llegar a alcanzar los 20 cm. Es la más extendida por todo el mundo, pero se da principalmente en oceáno Pacífico.

Las ostras son las productoras de las perlas naturales y estas se empiezan a formar en el interior de este molusco bivalvo cuando algún objeto extraño cae accidentalmente dentro de una ostra. Para protegerse, la ostra reacciona segregando una sustancia cristalina lisa y dura: el nácar, que se acumula en capas durante varios años (pueden vivir de 20 a 30 años).

Las perlas negras también están muy valoradas en el mundo de la joyería, pero es que es un producto mucho más exclusivo, porque solo hay una variedad de ostra que es capaz de producirlas y son las Pinctada margaritifera, en aguas de la Polinesia Francesa. El ser humano, conocedor del proceso de creación de una perla, hace también perlas cultivadas y es la persona la que se encarga de introducir un pequeño trozo de concha pulida en el interior de las ostras.

Por otro lado, la conocida como «perla de Mallorca» es una imitación de la perla natural fabricada a partir de cristal.

La porción comestible de una ostra es de 15 gramos por cada 100 gramos de producto. Ahí encontramos una buena fuente de proteínas y un alto contenido en ácidos grasos omega-3. De entre los micronutrientes, son fuente de calcio, hierro, zinc, fósforo, selenio, riboflavina, niacina y vitamina B12.

A la hora de comer una ostra la primera recomendación es que la tomes sin nada para que aprecies todo su sabor a mar en cada bocado. Sin embargo, es muy corriente que te den una ostra con un chorrito de limón.

Hoy se pueden comer ostras todos los días pero si quieres ser tradicional, la recomendación es hacerlo durante los meses más fríos, de septiembre a abril, es decir, los meses con ‘r’.

Las ostras al consumirse crudas tienen sus riesgos y es que pueden producir una intoxicación en el consumidor si el producto no estaba en buen estado. Estos moluscos deben oler a mar, a roca si de primeras notas algún olor diferente raro o más fuerte, ¡no te la juegues!