Carlos Jaramillo, doctor
«No todo lo que se puede masticar y tragar es un alimento»
El doctor Carlos Jaramillo cuenta en «El milagro metabólico» cómo para estar sanos necesitamos los mejores medicamentos: los alimentos
La comida es una parte fundamental de nuestra vida, y con normalidad no le otorgamos la importancia que merece. De esta premisa nace «El milagro metabólico» (Diana), un libro en el que el doctor Carlos Jaramillo plantea cómo debemos comer, no para adelgazar, sino para estar sanos. «Confundidos por la industria alimentaria, la publicidad y los consejos nutricionales de familiares bienintencionados, con cada bocado tomamos decisiones nefastas que nos enferman, nos engordan y nos roban energía », plantea el libro. Por ello, es muy importante aprender a mantener nuestro metabolismo, con el fin de estar sanos y en plena forma.
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El doctor Jaramillo sostiene que para la «sanación metabólica» necesitamos los mejores medicamentos, y estos son los alimentos. Hablamos con él en ABC Bienestar y responde a siete preguntas clave para entender nuestra alimentación, y cómo esta afecta a nuestro cuerpo y salud.
Con una rápida búsqueda en Google, encontramos muchísima información sobre nutrición, alguna verídica, y otra no tanto... ¿Cómo podemos aprender a distinguir entre lo que es beneficioso y lo que no?
Hoy en día sobre nutrición, sobre ciencia, sobre política, sobre lo que sea, hay una carta abierta de información. Hablando de mi campo, puedes, por ejemplo, encontrar mucha información sobre los beneficios del veganismo, muy bien refutada y llena de evidencias, y también sobre por qué una persona come carne, igual de bien argumentada y con mucha evidencia. ¿Quién tiene la razón? Los dos, o ninguno. Lo que tenemos que hacer es leer, buscar y entender que en cualquier lado va a haber alguien que defienda su postura con evidencia. Pero a medida que uno lee, cuando uno tiene la capacidad de oír a todo el mundo, que no quiere decir hacerle caso, sino aceptar lo que dice, esté yo de acuerdo o no, tenemos detrás una labor de investigación que nos ayuda a determinar qué es bueno para nosotros, y qué no.
La gente se obsesiona con hacer dieta y adelgazar. ¿Cómo debe ser una dieta para ser saludable y no hacer locuras con nuestro cuerpo?
Es una tristeza que la gente piense que la palabra dieta es sinónimo de adelgazar: esta palabra es sinónimo de un régimen alimentario para alcanzar un fin. Yo puedo hacer dieta para subir de peso, para un paciente renal o coronario, puedo hacer una dieta antiinflamatoria... Creer que uno tiene que tener un régimen específico de alimentación para perder peso es lo que nos han tratado de vender en múltiples dietas. Cuando yo entiendo mi alimentación, es equilibrada y tiene un propósito; entonces voy a comer delicioso, a reconciliarme con la comida y a entender cómo me alimento. Comer bien no tiene que ser un sacrificio, tiene que ser un equilibrio en la alimentación, que se traduce en un equilibrio en el cuerpo y, por ende, el resultado es que mi peso y nivel de inflamación va a estar perfectamente controlado.
¿Cree que la gente es consciente del «daño» que hacen los alimentos muy procesados, altos en azúcares y grasas, a nuestro cuerpo?
Estoy seguro de que la gente no es consciente del daño que hacen los alimentos ultraprocesados, los aceites vegetales o el azúcar, estoy seguro que no. La gente cree que eso es comida y no se dan cuenta de que no lo es. Yo a veces estoy con el supermercado con mi hijo, me enseña unas chuches y me pregunta qué es. Le digo que son algo que a veces la gente come, pero no es comida; para mí eso no es un alimento. Una cosa es comer algo, y otra cosa es alimentarse con algo. La industria ha trabajado por hacernos creer que todo lo que podemos meternos por la boca, masticar y tiene un sabor es comida y, por ende, alimento, y las cosas no son alimento. Alimentos no es solo algo que me de calorías, sino lo que le da información a mi cuerpo para que este pueda funcionar de manera correcta y pueda cumplir sus funciones biológicas.
En una época en la que impera sentir ansiedad, ¿se utiliza la comida como una vía de escape?
Tenemos que reconocer algo y es que nosotros somos la única especia del planeta que somos obesos por elección, somos los únicos que somos adictos a la comida por elección, somos los únicos que comemos por horario. Tenemos una relación pésima con la comida: comemos no por necesidad, sino porque «nos toca comer». Por otro lado, dentro de las cosas que comemos, los azúcares, la miel, la panela... alteran hormonas que estimulan nuestros centros neurológicos, y nos hacen querer ciertos alimentos que nos generan una recompensa. No buscamos brócoli, buscamos harinas, bollos, azúcares..
¿Y cómo podemos evitar comer así?
A uno no se le quitan las ganas de hacer algo haciéndolo. Igual que no se pasan las ganas de fumar fumando, o las ganas de beber bebiendo, no se nos quitan las ganas de comer comiendo. Si yo entiendo que tengo una mala relación con la comida, lo primero que tengo que hacer es quitar de mi alimentación todo lo que me genere adicción: azúcares, carbohidratos refinados, dulces, galletas. También hay que disminuir la frecuencia con la que como e incluir en mi alimentación las cosas que ayudan al control del metabolismo: grasas saludables, proteína, carbohidratos de vegetales, por ejemplo.
¿Por qué es tan importante el ejercicio físico? ¿No basta con comer bien?
Hacer ejercicio y alimentarse son dos partes de la ecuación, una es dependiente de la otra. La alimentación puede ser un 70% y el deporte un 30%, pero porque el ejercicio sea menos para nuestro metabolismo, eso no quiere decir que sea negociable no hacerlo. Llega un punto en el que comer bien es importante, pero ese restante es determinante; ese restante puede hacer que yo no progrese.
Hacer ejercicio es determinante para mantener bien el cuerpo con todo lo que tiene que ver con el gasto energético, la parte articular, pero cuando lo miramos desde la parte del equilibrio hormonal, el mantenimiento y recuperación de la masa corporal durante la vida es esencial. Los músculos son determinantes en hombres y mujeres para la estabilidad de todo: la mente, las hormonas, la menstruación, la fertilidad, el metabolismo, el peso, nuestras capacidades sociales e incluso profesionales... y si yo no tengo buen músculo, no tengo capacidad para generar estas hormonas. Hacer ejercicio no es negociable, forma parte de una educación en salud que debemos tener presente desde la infancia.
Si tenemos una mala alimentación, y queremos cambiar, ¿cuáles deben ser los primeros pasos para empezar a comer bien?
Lo primero que tenemos que saber es que uno no nace sabiendo, y reconocernos como aprendices. Hay que estar dispuesto a aprender, a equivocarnos, a fallar, a oler, a sentir, y eso es algo que toma tiempo y dedicación. Esto no es algo que uno hace por hacer, creemos que todo lo que tiene que ver con la vida: los hábitos, dormir, las relaciones sexuales, la pareja, el ser padres, es algo que uno hace porque sí, y la alimentación, el sueño, cómo nos relacionamos, es algo a lo que uno debe dedicarle tiempo. ¿Quieres empezar a tener buena nutrición? Dedícale tiempo a probar, a investigar, a aprender a cocinar. Ese es el consejo principal, dedicarle tiempo.