Níspero

Con la primavera los nísperos se cargan de frutos amarillos del mismo nombre, con su color brillante como preludio del verano y ese sabor entre dulce y ácido. El níspero es originario de China, donde se utilizaba como árbol ornamental en sus jardines y huertos. De hecho, Asia es el principal productor de estas frutas, el 83% del total. Parece ser que desde el sur de China llegó a Japón y desde allí se exportó a Europa y a África. Hasta mediados del siglo XVIII no llegó al entorno europeo. A través de los jesuitas y de los marinos mercantes, el níspero viajó hasta Francia e Italia y desde allí a España, más concretamente a Sagunto, de manos del Capitán Roig. Actualmente, España es el segundo productor mundial y el primero de la zona mediterránea, siendo las provincias con más producción Alicante, Granada y Málaga .

Pertenece a la familia de las Rosáceas, igual que la pera, las cerezas, la ciruela o la manzana. Por cada 100 gramos de níspero, 85 son agua y 12, hidratos de carbono. Aporta 1,7 de fibra , solo 0,4 son de proteína vegetal y apenas 0,2, grasas. Es una fruta muy rica en vitaminas y cuenta con minerales. Destacan las vitaminas A , C, E y las del grupo B: B1, B6, B2 y B9. Su color amarillo anaranjado proporciona también carotenos. Entre los minerales, destacan el potasio , el fósforo, el calcio , el magnesio , el sodio, el hierro , el zinc, el yodo y el selenio. Un auténtico tesoro nutricional ideal como tentempié y muy fácil de transportar.

Los nísperos también pueden consumirse cocinados, incluso como acompañamiento en platos salados, salteados como guarnición de carnes o en pequeños dados incorporados en la ensalada. La mermelada de este fruto o su preparado en almíbar es una de las formas en la que puede comprarse, además de fresco.