El gasto calórico del músculo en reposo no es el que esperas
Se pone mucho énfasis en la capacidad del músculo para quemar calorías, incluso mientras descansamos. Su poder tiene ciertos límites
Nutrición
¿Te ha pasado alguna vez ver cómo una persona come bastante más que otra y sin embargo sigue musculada y sin grasa? Seguro que ha podido observar cómo hay personas que para perder peso tienen que, además de seguir una dieta sana y equilibrada, disminuir considerablemente las raciones . Es muy posible que tenga que ver con el metabolismo basal. El metabolismo basal es el gasto energético que tiene el cuerpo solo por vivir, es decir, sin contar ningún tipo de actividad física, es lo que el cuerpo necesita para mantenerse, para respirar, regenerar tejidos y demás actividades. Groso modo, supone entre el 70 y el 75 por ciento de las calorías quemadas en un día de ahí la importancia de saber qué es y cómo funciona, especialmente en el caso de las personas que quieren controlar la ingesta de calorías para modificar el peso, ya sea para subirlo o bajarlo.
El gasto energético total está determinado por el metabolismo basal, la actividad física y la termogénesis (gasto energético que responde a estímulos como al ingerir alimentos –digestión- o al regular la temperatura del cuerpo cuando hace frío).
El metabolismo basal está directamente relacionado con el tejido muscular . Cuanta más masa muscular hay mayor es el metabolismo basal, por tanto, mayor es el consumo de energía. De hecho, se da situaciones paradójicas en las que personas que se someten a dietas muy estrictas para la pérdida de peso pierden también masa muscular por lo que su cuerpo necesita de menos energía para mantenerse y eso propicia que la dieta sea cada vez menos efectiva. Lo ideal es intentar mantener la masa muscular combinando la dieta con ejercicio, especialmente de tonificación, así el organismo se verá forzado a utilizar la energía procedente de los depósitos de grasa.
El metabolismo está regulado por el hipotálamo que controla la cantidad de energía ingerida y utilizada. Este sistema incluye también la relación hambre y saciedad así como la actividad del sistema autónomo y el sistema endocrino. De hecho, son las hormonas tiroideas del sistema endocrino el principal regulador de la energía que se ingiere y de gasta.
Conociendo su relación directa con el tejido muscular, cabe deducir que para acelerar el metabolismo basal hay que incrementar la masa muscular. Aunque existe el mito de que la forma de quemar calorías es sudando en la realización de ejercicios aeróbicos como el spining, si prestamos atención al funcionamiento del cuerpo la mejor forma de acelerar el metabolismo basal es realizando ejercicios de musculación, es decir, de fuerza.