ABC Bienestar para Sandoz
Cómo preparar el cuerpo y la piel para el verano
El cuidado de la alimentación, el ejercicio físico, la hidratación y el descanso son las claves para un aspecto saludable.
![El cuerpo y la piel requieren cuidados especiales con la llegada del calor y la mayor exposición al sol en verano](https://s1.abcstatics.com/media/bienestar/2020/06/25/consejos-cuidar-cuerpo-verano-ksdE--1248x698@abc.jpg)
Tras el confinamiento en casa y la progresiva desescalada son muchas las personas que se sienten hinchadas, con la piel apagada y con un cansancio mayor al habitual en esta época del año. Algunos de los factores que han provocado ese mayor cansancio, los cambios en la piel y esa sensación de pesadez, han sido la menor actividad física y los descuidos en la alimentación.
Es cierto que son muchas las personas que han procurado hacer ejercicio en casa , bien siguiendo video tutoriales o bien a través de las clases on line (o en directo) que numerosos profesionales del fitness han compartido a través de sus redes sociales durante estos meses. Pero lo cierto es que esas personas no son «mayoría». Así, esa falta de ejercicio y el hecho de que tampoco hayamos podido realizar la actividad física mínima inherente a los desplazamientos del día a día han tenido como consecuencia, tal como precisan los expertos, la pérdida de densidad mineral ósea en huesos y en articulaciones y la reducción de la masa muscular.
A esto hay que sumar un aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, con azúcares, grasas saturadas y exceso de sal que contribuye a esa hinchazón citada.
Según los datos que revelan los paneles de consumo como Kantar, las categorías relacionadas con la repostería, el chocolate o los helados llegaron a duplicarse durante las primeras semanas de confinamiento, así como los snacks, aperitivos y refrescos.
Sin embargo, con el inicio de la desescalada muchas personas comenzaron a ser conscientes de la necesidad de cuidarse, no solo por una cuestión estética, sino para proteger la salud. Estas son algunas de los problemas que debemos combatir para preparar el cuerpo y la piel para la llegada del verano.
Sensación de pesadez, cansancio y fatiga
La alimentación es una de las fórmulas más eficaces de combatir la sensación de pesadez generalizada. Los expertos aconsejan primar el consumo de verduras y hortalizas, reducir el consumo de sal (no solo la sal de mesa sino especialmente los alimentos precocinados o ultraprocesados) y enriquecer la dieta con alimentos que son los que ayudan a regular el desequilibrio hidro electrolítico. Estos, en general, con aquellos que contiene un alto contenido de agua y minerales como el potasio y el magnesio. El magnesio no solo contribuye al equilibrio electrolítico, sino que además ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga .
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Algunos de los alimentos que tienen estas propiedades son el apio, la remolacha, la pera, la la sandía y los espárragos, aunque también el limón, la alcachofa y la papaya potencian la diuresis.
El abuso de alcohol y de los alimentos con exceso de azúcares y de grasas saturadas ha dado lugar a la hinchazón abdominal y a las digestiones pesadas.
Por eso, además, de estos cuidados y de retomar los hábitos alimenticios saludables , es importante proteger los órganos del cuerpo que desempeñan funciones metabólicas como es el caso del hígado. Algunos de los nutrientes que contribuyen a mantener una función hepática correcta son los que contienen el cardo mariano y la colina, ambos tradicionalmente usados para el cuidado de este órgano.
Otras cuestiones que pueden resultar útiles para evitar sentirnos pesados tanto en la zona abdominal como del tren inferior son el cuidado de la higiene postural , evitar cruzar las piernas, dormir con las piernas ligeramente elevadas para forzar el retorno venoso y vestir con ropa holgada, no ajustada.
Cuidado de la piel
La piel ha sufrido tanto como el cuerpo durante el confinamiento y ahora que, tras meses de encierro, se prevé una mayor exposición a la luz solar, los expertos alertan de la necesidad de proteger los tejidos con vitamina A (o betacarotenos), vitamina C, vitamina E, selenio y otros antioxidantes como el licopeno , el resveratrol, la luteína o la zeaxantina.
En líneas generales, los antioxidantes pueden dividirse en tres grandes grupos: polifenoles, carotenoides y vitaminas C y E.
Los polifenoles son compuestos de origen vegetal, con una potente capacidad antioxidante. Se encuentran en moras, arándanos, uvas, manzanas, cítricos, cebollas, soja, cacahuete, aceite de oliva virgen, té verde, té blanco y café.
![Cómo preparar el cuerpo y la piel para el verano](https://s1.abcstatics.com/media/bienestar/2020/06/25/sandoz-solar-1-ksdE-U40905287270Vi-220x220@abc.png)
Los carotenoides son pigmentos orgánicos vegetales . Sus colores van del amarillo al rojo, aunque también pueden acercarse al violeta. Frutas y verduras como la zanahoria, naranja, melocotón, mandarina, tomate, sandía, papaya y calabaza contienen carotenoides.
La vitamina C es considerada un nutriente esencial, ya que el organismo es incapaz de sintetizarla. Protege a las proteínas, lípidos, hidratos de carbono, ADN y ARN, de los efectos de los radicales libres. Además, contribuye a la formación normal del colágeno, importante para el funcionamiento normal de la piel.
Entre las más ricas en vitamina C se encuentran la naranja, el kiwi, el limón, la papaya, el melón, las fresas, los tomates y verduras como los pimientos, las coles de Bruselas, y en general verduras de hoja verde como el brócoli y la coliflor.
La vitamina E es capaz de preservar la función de la membrana celular y protegiéndola frente al daño oxidativo . Contienen esta vitamina el aceite de oliva, maíz, soja, canola, girasol y los frutos secos.
Además para protegernos de la oxidación celular es importante evitar hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol, reducir el consumo de azúcar, harinas refinadas, grasas saturadas y proteínas de origen animal, pues lo ideal es basar la alimentación en frutas y verduras (con diferentes colores, crudas y cocidas) y también se deben incluir frutos secos naturales, legumbres, pescado y aceite de oliva crudo.
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