Lo que comemos influye directamente en nuestro estado anímico
El equilibrio de la microbiota depende de la alimentación e incide en la producción de serotonina
La mala alimentación puede producir la inflamación de la pared intestinal al alterar su flora, este desequilibrio puede reducir la producción de la llamada hormona de la felicidad, la serotonina y provocar ansiedad y tristeza.