Coco

Se puede beber el agua que alberga en su interior o se puede comer la pulpa fresca. También se puede obtener aceite, manteca, leche, fibra y harina

Coco Unsplash

S.B

Al pensar en un cocotero no podemos evitar imaginar un paisaje idílico de costa tropical con una palmera recortada sobre el turquesa del mar. El coco es un producto que ha pasado de ser apenas utilizado como cobertura de dulces en su formato seco rallado, o a encontrarlo en los puestos de feria junto a las chufas, a convertirse en la fruta de moda en la que todo se aprovecha, tanto para la alimentación como para la cosmética.

Su cultivo se extiende desde Centroamérica y el Caribe hasta el África tropical y existen tres variedades: gigantes, enanos e híbridos. Los primeros son grandes y con gran cantidad de agua aunque son los menos dulces. Por su parte, los enanos tienen un sabor más potente pero se utilizan fundamentalmente para la producción de bebidas envasadas. Por último, los híbridos son el resultado del cruce entre las dos variedades anteriormente descritas y se caracteriza por su buen sabor y por tener una buena cantidad de copra (pulpa del coco) y de agua.

Su alto valor nutricional le ha hecho ganar enteros ya que 400 gramos de pulpa y 150 mililitros de agua de coco proporcionan casi todos los minerales esenciales diarios, vitaminas y energía (100 gramos de pulpa aportan 342 calorías). Todo un «superalimento» si consideramos que pudiera existir alguno. De hecho, en la Segunda Guerra Mundial el agua de coco llegó a utilizarse como alternativa al suero salino en las transfusiones por la falta de plasma sanguíneo.

A nivel nutricional destacan sus propiedades antioxidantes, así como su capacidad para regular la presión sanguínea y disminuir los triglicéridos. Además es rico en fibra y minerales (potasio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E, C, y B).

Cómo saber si el coco está en su punto

Para saber en qué estado se encuentra el coco debemos agitarlo. Si oímos un chapoteo de agua en el interior está en buen estado, pero si no se oye nada es que está seco y tal vez con la pulpa en mal estado. En cuanto a la conservación cabe destacar que, si no lo abrimos, podemos conservarlo durante dos meses. Pero si lo abrimos debe consumirse en el mismo día o refrigerarse en un recipiente con agua (que cubra todo) y durante un periodo no superior a los cinco días.

Del coco se aprovecha todo: el agua, la pulpa, se obtiene aceite que se utiliza tanto para uso cosmético como para la alimentación, manteca, leche, harina, fibras. También se utiliza como combustible, se hacen muebles, instrumentos musicales o utensilios varios aunque su última explosión ha sido precisamente la culinaria. En la actualidad podemos encontrar aceite y leche de coco en cualquier supermercado y que se utilizan tanto en recetas saladas como dulces.

Beneficios

  • Energético: su aporte calórico es ideal para recuperar fuerzas o para afrontar una tarde de ejercicio.

  • Hidrata por dentro: su agua es una bebida isotónica natural.

  • Hidrata por fuera: es un buen hidratante de la piel y del cabello gracias a su contenido en magnesio, selenio y cobre. También puede utilizarse como desmaquillante.

Contraindicaciones

  • Tiene un alto contenido en grasas saturadas, por lo que su consumo ha de ser moderado y en el marco de una dieta saludable rica en frutas y verduras.

  • Aunque es poco común, también hay personas con alergia a coco, similar a las que se tienen ante los frutos secos con urticaria, inflamación, picores, enrojecimiento de la piel o náuseas.

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