ABC Bienestar para ALDI
Nutrición
Cigala
No se recomienda para personas que tienen el colesterol alto ya que este marisco tiene mucho
La cigala (Nephrops norvegicus) es uno de los mariscos más consumidos en España, es el segundo más comercializado en España por detrás de la gamba. La cigala como buen crustáceo tiene exoesqueleto, es decir, esqueleto externo, y su cuerpo está formado por una serie de segmentos, cada uno de los cuales puede llevar un par de apéndices.
Este marisco es un crustáceo decápodo (tiene diez patas), ocho de las cuales se encuentran en el tórax y donde cinco de ellas se dedican al movimiento. Su cabeza es larga, con espinas laterales y el primer par de patas está formado por dos pinzas trituradoras iguales, con un tamaño intermedio y aristas longitudinales espinosas. El segundo y tercer par de patas también constan de pinzas, pero de menor tamaño: el tercer y cuarto, terminadas en uñas.
Posee un caparazón liso de color anaranjado o rosáceo y color rojo vivo en las manchas del dorso, en la base y en los dedos de las pinzas. Este crustáceo no es nadador, como la gamba y el langostino , anda como el bogavante y la langosta, crustáceos con los que está emparentada. Se reproduce de forma sexual y la puesta suele ocurrir entre primavera y verano. En cuanto a su tamaño, las cigalas hembras pueden medir como máximo 16 centímetros, mientras que los machos oscilan entre los 16 y 20 centímetros de longitud.
Además, suelen habitar los fondos marinos de gran profundidad ya que pueden alcanzar más de 200 metros , estos tienen que ser de grano fino con gran cohesión para que les permita excavar una especie de madriguera, en las que suelen vivir. Son muy territoriales y mucho más activas cuando anochece, momento en el que aprovechan para alimentarse de pequeños peces, crustáceos, moluscos y en menor medida, de gusanos y equinodermos.
Las cigalas se distribuyen por la costa Atlántica, desde Cabo Norte hasta Marruecos, el oeste del Mediterráneo y el mar Adriático. La cigala nacional está de temporada todo el año, pero los mejores meses para sus ventas son de mayo a julio y el mes de diciembre.
Este crustáceo y marisco tan apreciado hoy, lo conocemos con este nombre desde mediados del siglo XX, cuando se introdujo el congelado masivo con la marca Langostino, nombre que se utilizaba hasta entonces para denominarla.
Valores nutricionales
De todos los crustáceos, la cigala es la que menos calorías aporta a nuestra dieta. Su principal nutriente son las proteínas. Por cada 100 gramos de producto fresco , aprovechamos 47 gramos. Además, el consumo de cigalas aporta un alto contenido de ácidos grasos omega 3. En cuanto a los minerales, destacan el selenio, yodo, fósforo, calcio, magnesio y zinc. Es más, una ración de este marisco supera con creces las dosis diarias recomendadas para un hombre adulto de selenio. Respecto a las vitaminas destaca su aportación en vitamina B12 y B3.
El único inconveniente para consumir cigalas, además del económico, es que no se recomienda para personas que tienen el colesterol alto ya que este marisco tiene mucho, en concreto 105 mg por cada 100 gramos.
Las cigalas son un auténtico manjar, con un sabor tan característico que no hay que buscar grandes recetas para elaborarlas y con un chorrito de aceite de oliva para hacerlas a la plancha, un poco de sal y perejil, estarían listas para consumir y chuparte los dedos una vez que termines.