Lo que tu caca dice sobre lo que pasa en tu cuerpo
Aunque lo que más suele preocupar es el color de las heces, lo cierto es que la textura, forma, cantidad y ritmo intestinal aportan más información sobre los hábitos y la salud de esa persona
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La textura , la forma y la cantidad son algunas de las caracteríss de las heces que, junto al ritmo intestinal en general, aportan información relevante sobre la salud de una persona. Es cierto, sin embargo, que la variabilidad entre personas e incluso entre los diferentes momentos de la vida es altísima. Por eso, según apunta Dr. Diego Sánchez Muñoz, especialista en Aparato Digestivo, director médico y fundador de IDI-Instituto Digestivo lo que se debe evaluar es la regularidad . «Los extremos y, sobre todo, los cambios bruscos son los que nos tienen que llamar la atención para valorar si hay algún tipo de problema de salud», explica. Por ejemplo, una persona que suele ser regular y que, sin motivo aparente, comienza a tener diarrea a diario es algo que debe investigarse.
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Eso sí, el experto aclara que no todos los cambios responden a un problema de salud, ya que sobre el aspecto de las heces actúan múltiples factores, desde la alimentación y la cantidad de agua que se beba a la cantidad de ejercicio que se practica, pasando por el estrés que vive en su día a día. Los signos de alarma en este sentido serían el sangrado con las heces , la pérdida de peso o la aparición de datos patológicos en la exploración del paciente. En esos casos, según explica, es cuando habría que realizar pruebas complementarias como una colonoscopia para evaluar la situación.
La relación entre la comida y la caca
Existe una relación clara y directa entre lo que ingerimos y la cantidad de las deposiciones de modo que cuanto más copiosa sea la comida, más abundante serán las deposiciones. Ahora bien, según argumenta el Dr. Sánchez en relidad nuestro cuerpo no es una máquina de precisión y el cuándo y el cómo de la defecación no es un proceso automático, sino que es algo que depende de la hidratación, del ejercicio físico, de la edad del paciente y de otros muchos factores.
Uno de los aspectos más importantes en este sentido es la hidratación . Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las heces está compuesta de agua, como recuerda el experto, y que precisamente una de las funciones del colon es la de secretar agua para aumentar el volumen fecal y que este 'navegue' de la forma adecuada hasta su expulsión. Por tanto, si se bebe poco líquido y se come poca cantidad, las heces serán pequeñas, secas y difíciles de expulsar. Así, lo que muchas veces se define como estreñimiento, obedece en realidad a la cantidad y a la calidad de la ingesta.
Otro factor relevante, además de la cantidad , es la calidad , es decir, lo que comemos. De hecho, el Dr. Sánchez apunta que un error frecuente es autoconvencerse que se come «muy sano» con una dieta basada en mucha fruta y verdura, pues estas personas, según revela el médico, olvidan que lo más importante es seguir una dieta equilibrada y que en esta tampoco deben faltar las proteínas y las grasas en cantidades adecuadas y en proporciones correctas.
La «sobrevaloración» de la fibra que se ingiere es también un error frecuenta. A pesar que las frutas, verduras y legumbres son una buena fuente de fibra, no todas ellas tienen la misma cantidad. Es más, como comenta el experto, no todas las formas de consumirlas aporta la misma cantidad de fibra. Pongamos un ejemplo, en la cocción o si son sometidas a altas temperaturas, se pierde gran cantidad de fibra que sí que está presente si se toma en crudo.
El color de las cacas y su significado
El color de las heces es muy variable, y depende de varios factores. Como precisa el Dr. Sánchez, ciertos alimentos matizan el color de las heces: ciertas verduras pueden dar un color verdoso a las heces, la remolacha puede hacer que salgan rojizas, etc. Cuando nos llame la atención el color «diferente» de alguna deposición, lo primero que debemos hacer, según propone, es preguntarnos que hemos comido en las últimas 24-48 horas (incluso más, dependiendo de la velocidad del tránsito intestinal), pues es probable que ahí encontremos la respuesta.
El olor, la textura y la forma dependen de otros factores, como la composición de la microbiota intestinal . Cuando esta está alterada debido, por ejemplo, a la toma de antibióticos o a la presencia de algunas infecciones, la composición de las heces será diferente. Del mismo modo, ciertos medicamentos pueden cambiar el color de las heces, y eso en realidad no es más que una manifestación de que se está tomando un fármaco concreto.
El olor también es muy subjetivo y, a pesar de existir estudios que han intentado relacionar el olor de las heces con ciertas enfermedades, realmente esto no suele ser relevante en la práctica clínica diaria, según aclara el doctor.
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Cuándo preocuparse por el color
Solamente son interesantes desde el punto de vista patológico la emisión de heces blancas o negras. Las heces blancas (signo llamado «acolia») pueden traducir problemas de la esfera biliopancreática y, normalmente, cuando aparecen, suelen venir acompañadas de otros síntomas, como la ictericia (color amarillento de piel y mucosas) y coluria (emisión de heces oscuras, como «coñac»). Por el contrario, la emisión de heces negras (llamadas «melenas»), cuando aparecen se trata de una urgencia médica que requeriría que el paciente acudiera a Urgencias y valorar la realización de una endoscopia urgente, ya que puede ser sospechosa de hemorragia digestiva.
No obstante, ambas situaciones son fácilmente identificables, y manifiestan la presencia de un problema importante de salud, por lo que siempre, ante la aparición de estos signos, se debe consultar al médico.
La frecuencia adecuada para ir al WC
Al igual que la frecuencia y cantidad de orina depende de la ingesta de líquidos y de otros factores como el consumo de sal, la falta de movilidad, la función renal, etc, la frecuencia de las deposiciones es variable, y depende de la ingesta, además de factores personales, como la edad, el sexo, la actividad física e incluso los antecedentes de cirugía abdominal, por ejemplo. Por eso, no hay un ritmo que se considere «normal», y es mucho más importante el conocimiento de uno mismo y valorar la regularidad individual más que si se va más o menos al baño.
Resulta curioso comprobar que muchas personas pretenden ir al baño siempre a la misma hora y de la misma forma, incluso existe una cierta obsesión (muy frecuente en personas mayores) por ir al baño a diario, según refiere el experto. También es llamativa la persistencia en compararse con el ritmo intestinal de otras personas («mi marido va al baño todas las mañanas y yo no»).
Esto, que en principio puede resultar gracioso y relativamente sencillo de explicar, en realidad tiene su parte peligrosa, según revela el Dr. Sánchez, ya que por mantener ese «ritmo normal», se puede llegar a abusar de laxantes sin necesidad , de forma totalmente arbitraria y sin ningún criterio ni seguimiento, ya que son productos fácilmente accesibles. «Esto hace que se fuerce la máquina sin ningún sentido. Si bien a corto plazo se consigue el objetivo, que es ir al baño, a medio y largo plazo puede ser contraproducente, ya que debilita la función motora intestinal y puede hacer que sea mucho más difícil de tratar estos problemas intestinales», revela el Dr. Sánchez.
¿Cuándo hay un problema de estreñimiento?
El estreñimiento, en general, se define como disminución de la frecuencia de las deposiciones o aumento del esfuerzo para su expulsión. Por tanto, muchas veces es diferente el concepto de estreñimiento que tiene el paciente respecto al que tienen los médicos. «Es fundamental hacer una historia clínica completa, incidiendo mucho en la frecuencia y en la calidad de las heces del paciente, usando elementos visuales o incluso recomendando que lleven un diario, para poder ser lo más objetivos posible», plantea el experto..
Por otro lado, el estreñimiento puede ser agudo, en un momento puntual por alguna circunstancia concreta, como puede ser estar a dieta, estar inmovilizado o haber sido sometido a una cirugía, por ejemplo... O puede cronificarsey dar lugar a que esea esa la relación habitual del paciente con el baño. «En estos casos merece la pena hacer un estudio completo para descartar causas patológicas del estreñimiento y para evaluar dietas, consejos y tratamientos específicos», asegura el Dr. Sánchez. Si el estreñimiento ha supuesto un cambio brusco en el hábito intestinal sin ninguna causa justificada, también puede ser un signo de alerta que obliga al profesional a estudiar al paciente.
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Sobre el experto : Diego Sánchez Muñoz es especialista y referente en Aparato Digestivo, además de director médico y fundador de IDI-Instituto Digestivo .
Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla en el año 1999. Se convirtió en Médico Especialista en Aparato Digestivo en el año 2005 y, desde entonces, se ha focalizado en la Endoscopia Terapéutica Avanzada y la Endoscopía Bariátrica, llegando a crear la Unidad de Tratamiento Multidisciplinar del Sobrepeso y la Obesidad.