17 alimentos que no necesitas guardar en el frigorífico aunque te sorprenda

Ajo. Al igual que ocurre con otros alimentos, los ajos pierden sus nutrientes si se guardan en la nevera. Lo ideal es conservarlos en un lugar fresco y lejos de la humedad. Patata. Aleja las patatas del frigorífico y déjalas en la despensa en bolsas de papel o en la malla donde se venden ya que si no podrías alterar su sabor y textura en un lugar con temperaturas altas como es la nevera. Pan. En la nevera, el pan pierde su sabor y coge una textura mucho más dura y desagradable al paladar. En caso de que no vayas a tomarlo, es mejor congelarlo y descongelarlos en el momento se su uso. Y si no quieres que se ponga duro a temperatura ambiente, su lugar de conservación son las bolsas de tela, por donde no puede pasar el aire. Tomate. En la frutería o supermercado están a temperatura ambiente, por lo que busca en tu cocina un lugar donde se conserven sin que les el sol o la humedad. No es necesario, en ningún caso, guardar los tomates en el frigorífico porque, además, en la nevera se ralentiza su proceso de maduración haciendo que pierda parte de sus propiedades organolépticas (gusto, olor etc.). Tableta de chocolate. Luis Riera, director técnico de Saia, consultoría en seguridad alimentaria y APPCC en Barcelona, no recomienda que se conserve en la nevera ya que hay mucha humedad y lo que se consigue es que el alimento se deteriore más rápidamente. Lo ideal para el chocolate es un lugar fresco y seco. En verano, que hace más calor, la recomendación es que si no disponemos de ese lugar fresco y seco en nuestra cocina, lo metamos en la nevera lo más protegido posible de la humedad, por ejemplo con papel film, y dentro de un recipiente hermético. Sandía. Explica Luis Riera que si la sandía está entera no se recomienda conservar en la nevera ya que su propia piel les protege de contaminaciones externas, y al ser un alimento con mucha agua esta se puede congelar provocando que se creen hielos en su interior. Eso sí, una vez empezada, se aconseja colocarlo en la nevera procurando que no sea el lugar más frío para evitar la congelación. Jamón serrano. Si el jamón serrano se encuentra entero mejor a temperatura ambiente, sin embargo si está loncheado entonces se recomienda guardar en la nevera protegido con papel de aluminio o film. Melón. Al igual que ocurre con la sandía, si el melón está entero es preferible que se conserve fuera del frigorífico. Si ya hemos tomado parte de él, mejor conservarlo en la nevera pero lejos del lugar donde más refrigeración se produzca. Miel. Aunque algunos boten han de conservarse en la nevera una vez abiertos, no es el caso de la miel, que siempre ha de mantenerse bien cerrado en un lugar seco y sin humedad. Plátano. Si los plátanos se guardan en la nevera se retrasa su proceso de maduración, pero la piel se volverá mucho más marrón y a simple vista parecerá que el alimento está malo o pasado. Lo mejor es mantenerlos en la encimera para mantener su composición. Cebolla. Pasa lo mismo con los ajos... Las cebollas son un alimento que en la nevera tiende a perder sus nutrientes, por lo que si en las tiendas se compran a temperatura ambiente, ¿por qué nos empeñamos en guardarlos en la nevera su no es necesario? Queso curado. El experto Luis Riera explica que los quesos cuanto más curados menos agua tienen, lo que hace que se puedan conservar bien a temperatura ambiente. Además, la nevera los puede resecar demasiado. Una vez abiertos o cortados suele recomendarse meter en la nevera. Para más detalles, lo mejor es leer la etiqueta del fabricante. Huevo. En el supermercado se encuentran unos encima de otros y a temperatura ambiente por lo que en casa no deberían estar en el frigorífico. Si tu cocina tiene temperaturas muy inestables entonces sí es aconsejable que se mantengan en la nevera ya que los huevos tienden a ponerse malos si los cambios de temperatura son muy bruscos. Bollería industrial. Normalmente este tipo de alimentación viene de estar congelada, pasan al horno para coger una textura blanda y si se guardan en la nevera de nuevo van a ponerse duros. Mejor en un lugar seco para que sea agradable al paladar en el momento de tomarlos. Fruta tropical. Su hábitat natural es el calor, y en muchos países, incluso, la fruta se toma directamente del árbol. Por esta razón mejor que no sufran temperaturas muy frías ya que el jugo podría congelarse y además perder algunas de sus propiedades. Ketchup. Suelen ser productos muy ácidos y la acidez hace de conservante, por eso mientras están sin abrir pueden guardarse a temperatura ambiente. Una vez abierto es importante leer lo que pone en la etiqueta ya que cada fabricante pone sus recomendaciones en función de los estudios que ha realizado según su receta. Pepino. Al tener una piel tan dura, el fruto comestible del pepino no se daña, entonces no es necesario guardarnos en la nevera. Además, pueden estropearse muy rápido o ponerse acuosos.