Una alimentación incorrecta puede tener efectos negativos en el cabello
Existen muchos tipos y causas diferentes de la alopecia y puede afectar al cuero cabelludo, barba, cejas o genitales
Nuestra alimentación está estrechamente relacionada con el crecimiento y la fuerza del cabello, así como con la aparición de alopecia . Por ello, como ocurre con las uñas o la piel, la nutrición va a ser determinante a la hora de prevenir la caída del pelo.
El doctor Francisco Pilo, experto en medicina capilar en la clínica Hospital Capilar, indica que la alopecia es la falta de pelo en zonas donde este debería encontrarse de forma natural. «Existen muchos tipos y causas diferentes y puede afectar al cuero cabelludo, barba, cejas o genitales».
Podemos encontrar desde la clásica alopecia en varones asociada a la edad hasta otras causadas por enfermedades importantes de tipo inmunológico como el Lupus. «La más común de todas ellas es la alopecia androgenética, más frecuente en hombres, aunque también está presente en mujeres. Consiste en la típica alopecia que comienza sobre los 18 o 20 años, con una fuerte base genética y hormonal, y que destaca por la pérdida de cabello más acusada en entradas y coronilla», explica Pilo.
Una alopecia frecuente en mujeres –señala el experto– es la frontal fibrosante, que consiste en una pérdida del cabello en las regiones frontales, temporales y en cejas, quedando la piel de esas zonas con un tono perlado. «Destaca también el efluvio por estrés, que no es una patología como tal, sino un signo clínico reversible con el tiempo sin necesidad de tratamiento», añade.
«El folículo piloso, como cualquier célula del cuerpo humano, necesita nutrirse a través de los alimentos que ingerimos», manifiesta Pilo. Por este motivo, una alimentación incorrecta o poco equilibrada puede tener efectos negativos en nuestro cabello , que llega a perder vitalidad, elasticidad, brillo, etc.
«Las deficiencias nutricionales pueden afectar tanto en la estructura, como en el grosor, el brillo y el crecimiento del cabello, observándose una pérdida en la calidad y densidad del mismo, al volverse más fino, encrespado e, incluso, viéndose afectado su ciclo vital», expone el experto.
Así, Pilo asegura que el descenso de ciertos elementos en nuestra dieta, como la biotina o el zinc , o la disminución en la ingesta de proteínas y una repentina pérdida de peso, pueden producir una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que lleva a su caída.
«Las dietas poco equilibradas, con exceso de grasas, de azúcares o de alimentos ultraprocesados tienen un efecto negativo en nuestro cabello», añade Pilo. Por ello, es importante mantener una dieta sana, evitando dulces, bollería industrial y comidas hipercalóricas.
«Lo importante, por encima de todo, es ser constante y mantener una dieta sana , con un correcto equilibrio entre grasas, hidratos de carbono, proteínas y minerales. Esto es más que es suficiente para aportar al folículo piloso lo que necesita», manifiesta el experto. Hay que preocuparse por ingerir alimentos que aporten al organismo las cantidades diarias necesarias de proteínas, hierro, calcio y magnesio, entre otros.
El hierro , por su parte, transporta el oxígeno al folículo piloso, fortaleciendo la salud del cabello desde la raíz. Por ello, la carencia del mismo en el organismo puede conducir a un tipo de efluvio que se conoce como 'alopecia sideropénica o ferropénica', provocada por la disminución del hierro circulante en sangre. Esto hace que el hierro que se encuentra en los folículos pilosos en crecimiento se destine a atender las necesidades de otros órganos.
«Otros nutrientes esenciales, como las vitaminas y los minerales , también desempeñan un papel primordial en el ciclo normal del cabello, fundamentalmente en lo que respecta a la renovación de las células del bulbo folicular. De forma que, la deficiencia de estos elementos en la alimentación, hará que la síntesis de cabellos se altere, promoviendo su fragilidad y generando, en consecuencia, su posterior caída», explica.
El experto recomienda ingerir alimentos que contengan vitamina C , aumentando el consumo de frutas y verduras ricas en esta vitamina, como es el caso de las naranjas, el limón, el kiwi, las uvas, las fresas, los pimientos o el brócoli. También debemos incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina D, presente en los cereales, la leche o el salmón, vitamina B6 y no pueden faltar los pescados y mariscos, legumbres o carnes blancas.
En el caso de seguir una dieta vegana o vegetariana, aconseja equilibrar el consumo de proteínas saludables e incidir en el consumo de ciertos alimentos ricos en vitamina B12 : «Cereales como muesli o granola, leches vegetales enriquecidas con B12, productos hechos con soja o la levadura de cerveza, serán los indicados en estos casos».
Relación entre el tabaco y la caída del cabello
«El tabaco es, junto con la radiación solar , uno de los principales factores extrínsecos de envejecimiento de nuestros tejidos, debido a que las sustancias tóxicas que contiene pueden alterar el ADN de las células de los folículos pilosos desde dentro, alterando su metabolismo. Por otro lado, el tabaco también puede afectar a la estructura externa del pelo por fuera, lo que favorecerá el envejecimiento prematuro del cabello y, al mismo tiempo, puede afectar al ciclo de crecimiento del folículo», explica el doctor Joaquín Domínguez, de la clínica Hospital Capilar.
De esta forma, Domínguez comparte que los productos químicos tóxicos presentes en el humo del cigarrillo pueden generar daños en la microcirculación de los folículos pilosos del cuero cabelludo, impidiendo que lleguen los nutrientes necesarios y alterando, por ende, la correcta formación del nuevo cabello.
Por esta razón, existen estudios que afirman que el tabaco acelera la evolución y adelanta la aparición de la alopecia androgénica, ya que las sustancias nocivas del tabaco alteran los mecanismos implicados en la producción de estrógenos , incentivando la pérdida de pelo. Además, el tabaco produce una disminución de los niveles de vitamina A, llegando a favorecer la atrofia dérmica, el acortamiento del lecho capilar y alterando la cantidad y calidad del colágeno y elastina.
Asimismo, las sustancias nocivas del tabaco que se acumulan sobre el pelo y el cuero cabelludo hacen que este se reseque y aceleran el proceso de envejecimiento del tallo del cabello, generándose una pérdida de brillo y vitalidad a nivel externo y, en general, una mayor fragilidad de la fibra capilar que contribuye a su caída.
Por otro lado, cabe recalcar que el estrés oxidativo , provocado por factores como la contaminación o el humo del tabaco, daña e incentiva el envejecimiento del melanocito, la célula que se encarga de producir el pigmento que da color al pelo. Una circunstancia que favorece la aparición de canas, al alterarse el metabolismo de estas células y sus enzimas. El tabaco, por tanto, actúa como un agravante o acelerador de la alopecia, más que como su causante directo.
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