15 frutas que no pueden faltar en tus menús de verano

Albaricoque. El albaricoque es una fruta que encontramos entre los meses de mayo y septiembre. Se puede resaltar su aporte de potasio, vitamina C, β-carotenos y quercetina. Comparado con otras frutas, su aporte energético es bastante bajo, dada su elevada cantidad de agua y modesto aporte de hidratos de carbono. Adobe Stock Breva e higo. Estas frutas son una de las imágenes del verano. Aunque son frutas con más azúcares naturales que otras, suponen una buenísima fuente de fibra y potasio. Además, maridan muy bien con quesos y otras frutas, siendo una delicia veraniega. Adobe Stock Cerezas. Las cerezas son buena fuente de antioxidantes y caroteno, contienen melatonina y son ricas en vitamina C, E, potasio, magnesio, hierro, ácido fólico. Además, son buenas para la salud digestiva, ya que son ricas en fibra y tienen un bajo aporte calórico. Adobe Stock Ciruelas. Las ciruelas son buenas para muchas cosas, pero una de las propiedades que las hacen famosas son su capacidad de combatir el estreñimiento. Esto es gracias a su aporte en agua, fibra y sorbitol, pues esa combinación provoca un efecto laxante que ayuda a regular el tránsito intestinal. Adobe Stock Frambuesas. Las frambuesas son una fruta muy versátil, ideal para tomar frescas o para utilizar en preparaciones tanto dulces como saladas. Son ricas en calcio, potasio, vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina C. También, sus fitonutrientes disminuyen el estrés oxidativo y la inflamación de las células. Adobe Stock Mango. El mango , con un marcado sabor dulce, es una de esas frutas que grita verano. Cuenta con minerales, vitaminas del grupo A y B, sobre todo, ácido fólico, y un mínimo de vitamina C, con carotenos y con muy buen aporte de fibra. Adobe Stock Melocotón. El melocotón es una fruta muy aromática, carnosa y deliciosa que puede comerse con piel bien lavado o sin ella. Es rico en fibra, agua, antioxidantes, betacarotenos y ácidos nicotínico, málico, patogénico y cítrico. Adobe Stock Melón. El melón destaca por ser muy rico en fibra, betacarotenos, ácido fólico y potasio. Es un alimento muy versátil, pues se puede consumir crudo, como entrante o como postre. El melón forma parte de platos típicos (y fresquitos) como el melón con jamón y también es excelente en ensaladas y sopas. Unsplash Membrillo. Aunque al pensar en membrillo se nos venga a la mente el dulce, la fruta, materia prima de la que sale, es una opción muy saludable para comer a finales de verano. Por cada 100 gramos de porción comestible, el membrillo tiene un 82,4% de agua y tan sólo nos aporta 29 kcal, que proceden, principalmente, de los 6,3 gramos de hidratos de carbono. (Datos de la Bedca) Adobe Stock Moras. La temporada de las moras abarca del mes de agosto a octubre. Esta fruta cuenta con una amplia gama de nutrientes importantes, entre los que encontramos minerales como potasio, magnesio, manganeso y calcio, así como vitaminas A, C, E y del grupo B Unsplash Nectarinas. La nectarina se trata de una fruta rica en agua y con escaso valor calórico, fresca e ideal como tentempié. Su uso culinario es igual que el de los melocotones por lo que pueden utilizarse para tartas, confituras, mermeladas o en almíbar. También es ideal aprovechar en la barbacoa preparando las nectarinas a la brasa Adobe Stockl Paraguaya. La paraguaya (o paraguayo) es una fruta muy similar al melocotón, cuyo principal diferencia está en el aspecto: cuenta con una forma más chata, es más pequeña y tiene una textura un poco distinta. Esta fruta, muy fresca, es ideal para tomar como postre, pero también para añadir en ensaladas o platos dulces. Adobe Stock Pera. Hay muchas variedades de peras. Las variedades de verano son una opción ideal para los días más calurosos. El 80% de la pera es agua por lo que se digiere muy bien. Además, es rica en vitaminas B y C, y en potasio, hierro, calcio y yodo, entre otros, y su gran cantidad de yodo la convierte en aliada para personas con problemas de tiroides. Adobe Stock Plátano. El plátano es una fruta que gusta a casi todo el mundo. Es rico en fibras como la pectina y contiene menos hidratos de carbono que la banana (tiene menos almidón y más azúcares sencillos como la sacarosa, la glucosa y la fructosa). Es nutritiva y una opción perfecta para comer entre horas. Adobe Stock Sandía. La sandía es una de las frutas del verano por antonomasia. Es una excelente fuente de agua y de fibra, ya que en su composición tiene casi un 95% de agua por lo que 100 gramos de sandía contienen solo 30 calorías así como 0,4 gramos de fibra. Adobe Stock