Repollo. El repollo, como la mayoría de verduras crucíferas, debido a que contiene compuestos azufrados y celulosa, es un alimento que puede producir bastantes gases tras su consumo. Alubias. Ya sean blancas o pintas las alubias son , al igual que el resto de las egumbres, uno de los alimentos que más flatulencias produce. Aunqe lo cierto es que son ricas en nutrientes, por lo que no debemos eliminarlas de nuestra dieta. Refrescos con gas. Los alimentos con un alto nivel de azúcar, como pueden ser los refrescos, suponen un trabajo extra para nuestro organismo, lo que puede propiciar hinchazón en el estómago. Brócoli. Al igual que el repollo, es una verdura con tendencia a producir gases. Se puede reducir el impacto si se cocina al vapor o con una olla rápida Snacks. Los aperitivos y snacks ultraprocesados, tan presentes en nuestra dieta, pueden ser el origen de nuestros gases, ya que al ser altos en grasas, tienen un proceso de digestión muy lento. Pimiento verde. El pimiento verde tiene un gran contenido de agua y fibra, lo que para algunas personas puede suponer un condicionante indigesto y generar más gases de lo normal. Lentejas. Las lentejas son otras legumbres que pueden incitar el hinchazón de vientre. Podemos minimizar su efecto si antes de cocinarlas las tenemos en remojo durante al menos 10 horas. Pepinillos. Los alimentos conservados en vinagre, como los pepinillos, también pueden producir gases intestinales. Bebidas con alcohol. Las bebidas también con alcohol pueden producir hinchazón de vientre ya que aumentan el crecimiento de un tipo de bacterias intestinales que provocan flatulencias. Cebollas. Si consumimos la cebolla cruda, también puede propiciar la creación de flatulencias. Es mejor combinarla con otros alimentos, así como cocinarla Garbanzos. Los garbanzos no son la excepción, y se unen al resto de legumbres como detonante de la creación de gases. Se pueden machacar una vez cocinados, para minimizar su efecto. Coliflor. La coliflor también puede fomentar la hinchazón de vientre. Aunque parezca un consejo muy obvio, los expertos recomiendan masticar bien alimentos de este tipo antes de ingerirlos. Guisantes. Los guisantes, por su alto contenido en fibra (tienen casi 17 gramos por cada 100), pueden hacer de la digestión un proceso complicado, lo que puede derivar en la aparición de gases. Nabos. Los nabos, también con alto contenido de fibra y agua, repiten el mismo patrón que el resto de alimentos de esta lista. Podemos combinarlo con alimentos no grasos con el fin de que se genere un efecto carminativo, es decir, que reduzca la producción de gases.