Yolanda Vallejo
Cara de nada
No habrá tiempo para otra cosa desde pasado mañana. Ni se hablará de la cabalgata de Reyes ni siquiera de si alguien entendió el cuento del video mapping
Yolanda Vallejo
No habrá tiempo para otra cosa desde pasado mañana. Ni se hablará de la cabalgata de Reyes ni siquiera de si alguien entendió el cuento del video mapping
Yolanda Vallejo
A ver qué nos trae el bisiesto 2024 –no, no diré lo de año bisiesto, año siniestro, aunque lo piense, y aunque ya esté asomando la patita–
Yolanda Vallejo
Yo recuerdo, en mi casa, Navidades tan tristes que harían llorar al mismísimo Dickens y a toda su panda de desgraciados morales, inmerecidas navidades de prematura orfandad
Yolanda Vallejo
El maravilloso mundo de las encuestas me ha regalado tres suculentos informes: el de población, el de seguridad alimentaria y el de esperanza de vida de los gaditanos
Yolanda Vallejo
Y de lo que no cuesta -ya lo dice el refrán- llena la cesta, que el que hace un cesto, hace ciento
Yolanda Vallejo
No hace falta que se lo diga, el AVE en Cádiz, ni está ni ya se le espera, después de tantos años y de tantas promesas electorales
Yolanda Vallejo
Ya casi no nos acordamos de la investidura de Pedro Sánchez ni de la bronca que nos echó Ione Belarra antes de irse, y tampoco le hemos echado mucha cuenta a las declaraciones del ministro Óscar Puente porque estamos en otro negociado, en el de medir a ver quién lo tiene más grande
Yolanda Vallejo
Con el mundo acabado y sin un superviviente, allí seguirán sacando escombros y mezclando cemento en la hormigonera como para surtir a una barriada entera
Yolanda Vallejo
Porque de todas las máscaras con la que hemos disfrazado nuestras desdichas y nuestras fortunas, ha sido la literatura la que nunca nos ha abandonado
Yolanda Vallejo
En esta ciudad estamos acostumbrados a las promesas y más acostumbrados a que nadie se acuerde de nosotros más que para ser el bonito escenario de una bonita ficción
Yolanda Vallejo
Somos, por lo que se ve, una ciudad cómoda. Con un transporte público de pena, pero cómoda. Y, sobre todo, una ciudad adelantada a su tiempo y a todos los tiempos.
Yolanda Vallejo
Hace cinco años nos lo creíamos todo. Después de la crisis económica, todo nos parecía un camino de baldosas amarillas y pensábamos que en algún lugar «over the rainbow» los sueños se hacían realidad
Yolanda Vallejo
Lo malo es que nunca aprendemos, nadie nos enseña las reglas para vivir, y mucho menos, para morir
Yolanda Vallejo
No conozco ciudad más agradecida que la nuestra cuando hay que estar a la altura y volcarse con un evento
Yolanda Vallejo
Somos tan mezquinos, tan limitados y tan pacatos que necesitamos grandes dramas, grandes infortunios y grandes fatalidades para engordar el ego
Yolanda Vallejo
«El caso es que siempre habla quien debería tener la boca cerrada, porque un calentón lo tiene cualquiera»