Las confesiones de Primo de Rivera horas antes de ser ejecutado: «Me horripila morir fusilado»
El 19 de noviembre de 1936, el fundador de Falange envió una serie de misivas a su cuñada desde la cárcel de Alicante, para sortear la censura de la República y que esta las repartiera después entre los familiares y amigos a los que se las había escrito