Ángel Antonio Herrera

Los relámpagos de Ciria

Su obra no puede explicarse, porque anida en ella el goce de lo inexplicable, que también asiste a la buena poesía

Ángel Antonio Herrera

Idioma de móvil

Quizá nuestro castellano vivísimo de Quevedo será pronto arqueología

Ángel Antonio Herrera

El podcast de la rubia

Lo del Rey Juan Carlos y Corinna empezó cuando acabó

Ángel Antonio Herrera

Meninas, pero menos

Este proyecto de montar un picnic disperso de meninas no me embelesa

Ángel Antonio Herrera

Contra Halloween

No es la Feria de Sevilla, o San Isidro, pero todo se andará

Ángel Antonio Herrera

Un zagal precovid

Al Pequeño Nicolás debiéramos llamarle ya Francisco Nicolás Gómez Iglesias

Ángel Antonio Herrera

Elogio de la buhardilla

Habrá alguna buhardilla triste, pero yo las encuentro siempre alegres, y son los ojos del viejo Madrid que se abre al cielo

Ángel Antonio Herrera

Bukowski, la vigencia del vagabundo

Practicó el desaliño estilístico, y sus poemas son, por lo general, una viñeta del abandono, o del asco, una escena del mal vivir donde los versos van saliendo nocturnos, ateridos, violentos y despeinados

Ángel Antonio Herrera

Reverte y el mal

Hemos decretado que el mal ya no existe, para que no sufran los que andan en la flor de la poca edad

El fotomatón

Mar Flores es una Preysler castiza y vecinal

Ángel Antonio Herrera

Ha cumplido mucho el oficio de ir y venir de las portadas al amor, y al matrimonio incluso, y también al contrario, y yo veo que sólo se despeina por dentro

Ángel Antonio Herrera

Karim contra Tezanos

El nuevo Balón de Oro es un elegante del peligro, repercute genial sin estruendo

Ángel Antonio Herrera

Malicias de pícaros

Hubo un tiempo en que se construía con una fachada de ventanas desordenadas, no alineadas, para despistar ante la ley el número exacto de plantas

Ángel Antonio Herrera

El abucheo

El abucheo, por frecuentado, es, ya, algo así como la Nochevieja del medio cabreo, pero todos los días

El Fotomatón

Madonna, gay de TikTok

Ángel Antonio Herrera

Lo suyo es un rollo provocador y devorador que va y viene desde la procacidad verbal a la desinhibición gestual