Labor de aliño del Atlético, que ya ve al Madrid en el horizonte copero

La Copa del Rey, antes de que lleguen las palabras mayores (un cruce entre Real Madrid y Atlético, siempre que los rojiblancos no se duerman profundamente en el Calderón en el partido de vuelta frente al Hospitalet), sirvió de ejercicio de reivindicación. Ganaron los rojiblancos 0-3 y tuvieron papel los actores secundarios, con el capitán Gabi como padrino, frente a la muchachada entusiasta del conjunto catalán, a la que se le hizo largo el envite. No tuvo ninguna dificultad esta cara B del Atlético para dominar la situación. La Copa recuperaría tensión en estos tramos iniciales si se volviera a la fórmula de partido único en el campo del más débil.

[Así hemos contado el partido]

Cerci y Raúl Jiménez disfrutaron de las mejores ocasiones en los minutos iniciales. El italiano, el más explícito en quejarse de su rol de reserva, formaba parte por primera vez del once inicial de Simeone. Suyo fue el remate con el que empezaron las hostilidades, pero Oliver se lució con una gran parada. Al rato, envió un buen centro que fue cabeceado por Raúl Jiménez al larguero. Eso fue lo más noticiable hasta el descanso.

La salida de Griezmann por Saúl salpimentó el panorama para el Atlético. En el primer balón que tocó, lo envió al travesaño con un centro chut que se fue envenenando. En la siguiente jugada, la defensa del Hospitalet salvó bajo palos un remate de cabeza de Cerci tras un saque de esquina. Después, en otro córner, el árbitro anuló un gol por fuera de juego a Giménez, que parecía estar en posición reglamentaria.

La segunda mitad tuvo, al menos, la virtud de ser entretenida, y el público incluso se permitió corear unos «olés» en un rondo de los suyos en el centro del campo. Si Griezmann metió una velocidad más para los rojiblancos, Peque, que sustituyó a Hammouch, hizo lo propio para el Hospitalet: un tipo descarado por banda derecha que llegó varias veces a la puerta de la cocina.

Pero la jerarquía, al final, se impuso, y el delantero francés cobró la pieza aprovechando un centro de Gámez. Después, un penalti de Agus a Cerci lo transformó Gabi. En el descuento, Cebolla Rodríguez enganchó un disparo lejano que culminó la labor de aliño del Atlético sobre el césped artificial del estadio La Feixa Llarga.