El silencio de los tibios
Otegui es el rostro de la violencia. La imagen con la que pueden atizar su dolorosa memoria los familiares de Ernest Lluch, Fernando Buesa, Isaías Carrasco, Fernando Múgica...
¡Cuántas veces en la historia se ha lamentado el silencio de los tibios, de los mediocres, de los cobardes, de los supuestamente buenos! De nuevo ayer, los socialistas de Pedro Sánchez, que no los socialistas de verdad, perpetraron la infamia de callar, de mirar hacia otro lado, ante la incomprensible presencia de Otegui en el Parlamento Europeo . Arnaldo Otegui es el rostro de la violencia. La imagen con la que pueden atizar su dolorosa memoria los familiares de Ernest Lluch, Fernando Buesa, Isaías Carrasco, Fernando Múgica… y tantos y tantos socialistas que murieron vil y cobardemente asesinados. La memoria siempre atormenta. Tal vez no lo entienda Pedro Sánchez. Quizás no alcance a comprender el padecer de sus compañeros de partido. Si es así, no merece estar al frente del mismo. No debería dejar pasar el día de hoy sin pedir perdón a esos huérfanos de correligionarios suyos. Esos que todavía no han logrado cauterizar la herida de ETA; como de hecho, Sánchez, tampoco lo ha conseguido España. Aunque tú mires para otro lado.
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