El astrolabio
El sentido común es revolucionario
Ahora se sobrevalora el sentido de la estética, de la oportunidad, el sentido propio, la originalidad
Hay quien tiene dudas acerca de si le gustaba más la vieja política de Felipe González y Fraga o la nueva de Rivera e Iglesias. En ese caso, recuerden: libertad. Que cada uno piense lo que quiera y obre con responsabilidad. Lo que sí se echa de menos en estos supuestos tiempos nuevos es sentido común. Hasta el punto que pensar y actuar con él, se ha convertido en algo revolucionario. Ahora se sobrevalora el sentido de la estética, de la oportunidad, el sentido propio, la originalidad. El sentido común, sin embargo, se abre paso a base de constancia y carencia de artificios, como el cauce de los grandes ríos. En estos días de confusión, donde la catarata informativa llega incluso a desinformarnos, no está de más que inoculemos en el cuerpo social más juicio equilibrado, cordura y conocimiento. En definitiva, racionalidad y lucidez. Decían de Luis XIV, el mejor rey de Francia, que solo tenía una virtud: sentido común. Pero tenía mucho. Fue justamente un compatriota suyo, Voltaire, el que dijo: «El sentido común no es nada común». Pues bien; ahora mismo, es revolucionario.