Sánchez y el efecto bumerán

Entre los rasgos propios del tiempo que vivimos, figura el déficit de valores democráticos. Si nadie lo remedia, vamos a tener un gobierno de la nación en el que por primera vez se quebrará la lógica política de dejar presidir al más votado. Empieza bien el asunto. En todo caso, será un Ejecutivo legal, pero le faltará legitimidad. Para que la jugada sea todavía más enrevesada, Pedro Sánchez mandará con el respaldo tácito de quienes se han sublevado abiertamente para destruir España. La macedonia ideológica que sostendrá al PSOE incluye como ingrediente principal a un partido de extrema izquierda perjudicial para la recuperación económica. Basta detenerse en Grecia, pero muy especialmente en Portugal. Nuestros vecinos están a punto de entrar en otro bache. Es la consecuencia de una alianza de perdedores, que se relacionan mal con las matemáticas y con la realidad. De confirmarse este nuevo pacto de minorías, quien más sufrirá será España. Estos experimentos siempre tienen efecto bumerán.