Para regresar al «seny»

¿Cuál será la insondable y desconocida razón por la que una tierra como Cataluña está dispuesta a pegarse un tiro en el pie para dejar de caminar? No me refiero ya al laberinto electoral en el que se encuentra perdida, sino a su afán por fracturar y enfrentar a su sociedad, por ponerse en manos de mediocres, por exculpar a toda una estirpe de corruptos, por abandonar el privilegiado club de países civilizados de la UE, por protagonizar ese sainete según el cual las minorías hacen bailar a su son al resto. ¿Dónde reside el motivo último para arrojar todo su bienestar por la ventana? Alguien engaña a los catalanes, sin que ellos sean conscientes. Les prometen una arcadia feliz, mientras van retrocediendo en el camino avanzado. Ellos no se percatan -algunos sí-, pero sus hijos y nietos recordarán los días de vino, rosas, y también risas, en los que se empeñaron en odiarse a sí mismos y caer en la decadencia que hoy están sufriendo. Sé que son muchos los ciudadanos que no se merecen este deslizamiento hacia la nada. Pero también ellos tendrán que poner algo para volver a la Cataluña del sentido común.