Más Europa, más España

La tensión independentista en Cataluña sigue siendo el problema más grave de la vida política, social y económica de España. Que no hablemos de ella no significa que el dragón de siete cabezas haya dejado de incubar en su vientre enigmas y dilemas. El caos mental con que cursa una parte de esa sociedad es indescriptible. En el resto del país, parecen no querer enterarse. Entre otras razones, porque andamos entretenidos con el pequeño pacto de los jóvenes líderes, que tanto entusiasma a algunos, al parecer, por el porte acertado de las camisas blancas sin corbata. Vamos, que España ya ha resuelto todos sus problemas. Mejor escondamos la cabeza debajo del ala, que así no vemos lo que de verdad trajinan los separatismos. Un desafío, por otra parte, que solo se contrarresta con más España, al igual que el euroescepticismo se vence con más Europa. Ni uno ni otro órdago se ganan a base de cesiones, regalos competenciales ni acuerdos bajo la mesa. Sólo haremos más Europa y más España justamente con eso: con más Europa y más España.