La hora de España

Ha sonado la hora de defender a España como proyecto democrático de ciudadanía y, al mismo tiempo, ha sonado la gran oportunidad para que el PSOE demuestre que cree en él. A ver si por una vez el socialismo está a la altura y, ante este momento delirante del separatismo catalán, aparca el partidismo y cierra filas por completo. Si fuese así, tranquilidad. Pero, como se empecine en la equidistancia, no sólo dará la mayoría absoluta a Rajoy, sino que escribirá un aciago capítulo de su propia historia. La declaración unilateral de Junts pel Sí y la CUP demuestra el error de la tercera vía de Sánchez, y de algunos de sus consortes, en su habitual poligamia ideológica. Al independentismo sólo se le hace frente desde la defensa de la ley. En este caso, de la Constitución. Una Carta Magna, por cierto, que el PSOE pretende reformar para apaciguar a los secesionistas con una vaga referencia al reconocimiento de la singularidad de los distintos territorios. Ahora mismo, Cataluña sólo ofrece desorden político, mediático, jurídico y cívico; acaso el mejor fermento para la independencia. Es la hora, por tanto, de mostrarse unidos en lo esencial: en defender a España.