La gran coalición

Tal y como está la situación en Cataluña, lo mejor que podría ocurrirle a España es la formación de una gran coalición entre PP y PSOE. El ambiente allí no es el mejor. Se ha ido tirando hasta ahora, con altas dosis de analgésicos sociales, pero el problema catalán está tan mal como hace dos meses. La unidad política en este asunto es esencial. El delirio de los separatistas sigue en pie, como su deslealtad constitucional y su traición al Estado. Artur Mas se aferra al poder y perpetra, una vez más, otra maniobra que desmiente su tan auto invocada condición de demócrata. Ha destrozado la alianza de CiU y su partido, Convergencia; ha situado a su región al borde de la quiebra, y ahora regresa para emponzoñar el escenario político español. Ante semejante desafío, España debería responder con un gobierno de los dos grandes partidos, que permitiese conjurar el ataque a la unidad del país, además de reformar de manera consensuada, y por tanto poner al día, el armazón de la democracia española. Hombres de Estado y con sentido de la Historia. Es lo que ahora nos hace falta.