Las formas en que se conjuga cambio
El cambio socialista consiste en no cambiar de actitud. En el fondo, a la derecha, a la izquierda, en el centro, tienen miedo al cambio

Tranquilos, ya viene el cambio y todos nuestros problemas quedarán resueltos. Adolfo Suárez cambió –y tanto– la España posfranquista. Felipe González llegó con el cambio como lema de campaña y Guerra avisó de que a este país no lo iba a "reconocer ni la madre que lo parió", además de matar a Montesquieu. Aznar también alcanzó la presidencia del Gobierno prometiendo cambio. Y Zapatero lo cambió todo, y todo lo dejó hecho unos zorros. A Rajoy le tocó cambiar la herencia, y ahora unos y otros nos ofrecen cambio, pero ningún candidato, empezando por Sánchez, se ha planteado siquiera cambiar un ápice su posición. El cambio socialista consiste en no cambiar de actitud. En el fondo, a la derecha, a la izquierda, en el centro, tienen miedo al cambio. Vivir es cambiar y el camino siempre inconcluso hacia la perfección se recorre a base de ir cambiando. La realidad es cambiante. Lo explicó hace más de dos mil años Heráclito: "todo cambia, nada permanece". He utilizado la palabra "cambio" tantas veces como "noes" le ha dado Sánchez a Rajoy.