Elecciones o gobierno de coalición

Las elecciones del 20 de diciembre las ganó el Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente. Es un hecho incontestable. Pero no logró suficiente número de votos, ni por tanto de escaños, para ser investido presidente del Gobierno. Al menos, por el momento. Así que Pedro Sánchez parece menos legitimado que Rajoy para intentar dirigir un país en el que la mayoría de la sociedad le ha dado la espalda. A pesar de ello, insiste en resolver un laberinto con once partidos más y llegar a cualquier precio a una investidura que demostrará la incapacidad de la clase política para conectar con sus ciudadanos. Las consecuencias pueden resultar tan perversas, que ya sólo quedan dos alternativas: o gobierno de amplia coalición (PP-PSOE-Ciudadanos) o vuelta a las urnas. Se preguntó al pueblo y su extraña respuesta se confirma incompatible con la estabilidad –cuya quiebra, por cierto, vamos a pagar en nuestras economías–, así que lo sensato es consultar de nuevo. Los votantes también tenemos nuestra responsabilidad, en especial en situaciones como esta. No hagamos nada de lo que tengamos que arrepentirnos, insisto.