El cuento de las pensiones

Lo que importa es que, al bajo ritmo de natalidad actual y con el sistema de prestaciones vigente, a la vuelta de un tiempo no habrá dinero para quienes se retiren

POR BIEITO RUBIDO

La mayoría de los territorios de España no tendrían capacidad para pagar las pensiones a sus jubilados si esa competencia estuviese transferida. Madrid, Baleares, Canarias y Murcia son las únicas autonomías que podrían afrontarlas con su recaudación. Esa es la verdadera independencia, por más cuentos que nos cuenten. Lo que importa –y se está hurtando ese debate a los ciudadanos– es que, al bajo ritmo de natalidad actual y con el sistema de prestaciones vigente, a la vuelta de un tiempo no habrá dinero para quienes se retiren. Menos mal que el Estado moderno, basado en la prevalencia de la solidaridad y en el sostenimiento del modelo de bienestar, garantiza la recuperación de un derecho adquirido a lo largo de todos los ejercicios en que una persona trabajó y cotizó. La pensión no es una gracia gentilmente otorgada por ningún gobierno. Es el retorno de una aportación que el contribuyente hace durante su vida laboral. Ya puede Artur Mas liarse en su madeja independentista. O Pablo Iglesias prometer el imposible. Lo que no son cuentas son cuentos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación