El astrolabio
Compromiso
Occidente da la impresión de estar enfermo de miedo; en realidad, le falta el anticuerpo del compromiso, que tan bien le vendría inocularse

«El compromiso es un acto, no una palabra», dejó escrito una de las cumbres del pensamiento francés del siglo pasado, Jean Paul Sartre. Hoy, en pleno 2015, cientos de compatriotas suyos han decidido dar un paso al frente y alistarse en las Fuerzas Armadas de su país. Estos días que miramos a Francia con tanta pena y a la vez admiración, no está mal tratar de inocular en determinados sectores de la sociedad española todas esas aristas positivas del horrible golpe a París: la unidad de los partidos, la identificación acertada de los enemigos, el orgullo de pertenencia, la valoración de aquellos que están dispuestos a dar su vida por salvaguardar tu libertad, y la encomiable y valiente decisión de tantos jóvenes de sumarse a la defensa de su patria. Comprometerse es una forma de combatir el pánico. Occidente da la impresión de estar enfermo de miedo; en realidad, le falta el anticuerpo del compromiso, que tan bien le vendría inocularse. Para la libertad hay que luchar todos los días. Es una batalla que conviene dar muchas veces para poder ganarla. Los franceses así lo creen. ¿Y nosotros?