Capacidad de diálogo

Hasta diecisiete veces Pedro Sánchez le ha dicho "no" a Rajoy. No han sido tres negaciones como Pedro a Cristo: diecisiete. La prueba de que el diálogo no forma parte del ADN político del actual secretario general de los socialistas. Sin embargo, desde anoche dice que intentará hablar incluso con el PP, ya que la aritmética salida del 20-D es muy compleja y no parece fácil que logre formar gobierno. Salvo que se entregue a la extrema izquierda y a los que quieren romper España. Pero eso no es un proyecto de progreso; es desandar casi cien años de nuestra historia. Por tanto, aquí sigue habiendo tan sólo dos posibilidades: o Sánchez con los populistas o Rajoy presidente de un Ejecutivo de amplio espectro. Cada opción descansa sobre cimientos bien distintos. La primera demuestra las flojas convicciones democráticas de Sánchez, incapaz de reconocer al ganador de las elecciones y dispuesto a lo que sea, incluida una alocada huida hacia adelante. Pero la buena política es mucho más. Se sustenta en el imperio de la Ley, el orden constitucional y social y el respeto a los demás.