LA BUENA POLÍTICA

Es un error creer que todo vale con tal de desgastar al rival político. El bien común es el motor de toda la acción pública, y quien pierde de vista este punto cardinal solo logra evidenciar su desorientación, que es la peor forma de presentarse ante la sociedad: sin norte. Escribo todo lo anterior, no para defender al PP, sino para mostrar mi estupefacción ante el apoyo que PSOE y Ciudadanos dan a los estibadores, un grupo de privilegiados por los que no han pasado ni la Transición, ni la modernidad, ni el libre mercado, ni el espíritu europeo. Están todavía en el Novecento. Apalancados en un marco laboral insostenible y perjudicial para la mayoría de los españoles, para las empresas que generan riqueza y bienestar, para el proyecto común de España en la UE, para la competitividad del país y la promoción de sus mejores trabajadores… De ahí que no se entienda el simplismo estratégico de socialistas y Ciudadanos al agarrarse a cualquier episodio que aparente desgastar al Gobierno. La política, la buena, va más allá, siempre que no se dañe a España por el camino.