Fernando del Valle - ANDALUCÍA, DE CINE
Algarrobico derribado
En Andalucía tenemos una consejería de Medio Ambiente con todos sus avíos pero tampoco podemos pedirles que estén todo el día velando por el cuidado del medio ambiente
Están todos muy contentos. El Algarrobico se levanta sobre suelo no urbanizable. Lo ha dicho el Tribunal Supremo. Que es muy importante. La conclusión es clara, entonces. Si sobre suelo no urbanizable se ha urbanizado un mamotreto enorme, hay que demolerlo. Qué cosa tan sencilla. Pues aún hay quien tiene sus dudas.
Son las normas, me dirán. Y hay que cumplirlas. Sin más. Pero resulta que vivimos en un país, y en una comunidad concreta, donde las normas dependen mucho de si sopla Poniente o Levante. O de cómo se levante el masca de turno. En el caso del hotel almeriense, llegar a la determinación natural de que el Algarrobico no debería estar ahí ha costado más de una década y la participación de las más elevadas instancias judiciales. Que por cierto han venido a confirmar la misma tesis que un día esgrimió un alto tribunal andaluz que poco después se desmintió a sí mismo. Lo normal.
Las autoridades aseguran estar felices con el fallo del Supremo. Lógico. No van a reconcomerse ahora por no percatarse de que ladrillo a ladrillo se iba levantando un monstruo de 21 plantas y 410 habitaciones. Con vistas al mar. En Andalucía tenemos una consejería de Medio Ambiente con todos sus avíos pero tampoco podemos pedirles que estén todo el día velando por el cuidado del medio ambiente. Tendrán otras cosas que hacer.
Dar subvenciones, por ejemplo. Pues hay que recordar que el Gobierno central concedió una de 2,8 millones de euros a la empresa promotora de la cosa. Después, eso sí, de que propusiera la ayuda la Junta de Andalucía. Ahora todos se congratulan por tener que tirarlo. Les va a costar siete millones de euros, que se suman a los 2,3 ya depositados en una caja para convertir en pública la titularidad del suelo hace dos años. La broma va por más de doce millones y no hemos empezado a hablar de indemnizaciones. Para no estar contentos. El Algarrobico derribado. O no. Ya se verá. Que esto es España. Y más concretamente Andalucía.