CRISIS

...Y los perdedores de la guerra interna del PSOE

La guardia de corps que ha acompañado a Susana Díaz también ha salido malparada de la refriega interna

A. R. VEGA

1

Miguel Ángel Heredia, con Margarita Robles JAIME GARCÍA

Miguel Ángel Heredia

Como todas las guerras, la batalla que acaba de librarse en el PSOE ha dejado vencedores y vencidos. Aunque Susana Díaz ha sido a título personal la gran perdedora de las primarias, los dirigentes que la han arropado y protegido como su guardia de corps durante su frustrado asalto a Ferraz han sufrido como ella una estruendosa derrota. Tanto es así que la refriega interna ha empezado a pasar factura a algunos como el diputado malagueño Miguel Ángel Heredia . Los sanchistas han pedido ya la cabeza del secretario general del Grupo Socialista en el Congreso que llamó «hija puta» a la exmagistrada Margarita Robles en un «calentón» durante una reunión con militantes de Málaga. Luego le pidió disculpas.

2

Mario Jiménez, portavoz de la gestora del PSOE EFE

Mario Jiménez

Miguel Ángel Heredia controlaba el grupo parlamentario y Mario Jiménez, el partido. La lideresa andaluza echó mano de su mano derecha y pupilo, como ella, de Griñán para apagar los fuegos de un PSOE incendiado y en ruinas . La exjuez Margarita Robles tiró de oficio y alegó que Jiménez había perdido la «apariencia de imparcialidad», pero el «bombero» de Moguer aguantó como pudo el tipo ante la sospecha de ser juez y parte en el proceso.

3

Verónica Pérez, ante la sede del PSOE en Ferraz JAIME GARCIA

Verónica Pérez

Otra perdedora es Verónica Pérez. La secretaria general del PSOE de Sevilla, susanista hasta la médula, saltó a la fama por una frase que la acompañará toda su vida. « La única autoridad que existe en el PSOE es la presidenta de la Mesa del Comité Federal, que soy yo, les guste o no», proclamó ante una nube de micrófonos la fugaz presidenta de la Mesa a las puertas de la sede socialista.

4

Alfonso Guerra, durante el acto de campaña en Sevilla con Susana Díaz EFE

Alfonso Guerra

El seísmo de las primarias ha provocado temblores en los cimientos de la vieja guardia al servicio de la causa susanista. Felipe González y Alfonso Guerra, que le prestó respaldo en su último mitin en Sevilla, han perdido poder e influencia entre la militancia. Las afiladas invectivas del exvicepresidente del Gobierno contra la derecha y sus ácidos chascarrillos lo convirtieron en un hábil agitador de masas electorales. Lejos quedan los tiempos en que era jaleado por los enfervorecidos asistentes a los mítines al grito de «¡Alfonso, dales caña!» .

5

Manuel Jiménez Barrios en un pleno del Parlamento andaluz RAUL DOBLADO

Manuel Jiménez Barrios

Víctima colateral de la derrota de Susana Díaz es el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios. El ex alcalde de Chiclana de la Frontera (Cádiz) estaba llamado a relevar a la presidenta al frente del Gobierno andaluz en el momento oportuno que ésta escogiera para su asalto a La Moncloa. Pero la victoria de Sánchez le ha roto los esquemas.

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