PIDEN PERSONAL SANITARIO

El drama diario de unos padres sevillanos: «La vida de Abel de tres años pende de un hilo en el colegio»

Un padre cuyo hijo tiene hiperplexia lleva desde mayo en busca de una solución que evite la muerte por asfixia del menor

Los padres con el pequeño delante del Colegio Maestra Ángeles Cuesta en Marchena ABC

ROMUALDO MAESTRE

29/10/2017
Actualizado a las 14:18h.

Abel Vázquez Castillo asiste a un aula «pluri». Todos sus compañeros necesitan atención temprana. En su clase pueden convivir un pequeño afectado por un problema motórico, junto a un niño con trastornos de agresividad, un niño Down y otro que… ni siquiera aún está diagnosticado. Abel padece hiperplexia desde que nació. Como afectado tiene un alto riesgo de sufrir muerte súbita, debido a episodios de espasmos laríngeos y fallos cardiorrespiratorios.

Cuando se le pregunta a José Luis si lo que necesita es un desfibrilador en el colegio marchenero responde que no necesariamente, «basta un ambú», que ni siquiera está en el colegio. El ambú (del inglés Airway Mask Bag Unit), es también conocido como resucitador manual o bolsa autoinflable. Es un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva para aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente. Está en cualquier equipo de emergencia para fuera de un hospital, como por ejemplo una ambulancia. Los socorristas lo usan con frecuencia.

«Lo que estamos pidiendo es muy básico, un sanitario que no sólo esté a disposición de los niños del aula «pluri», sino de todo el colegio, todos los días hay una herida que curar o alguien al que atender con los primeros auxilios», argumenta el padre del menor.

Este pasado jueves la familia de Abel se reunió en la delegación de Educación. El niño tuvo que quedarse fuera con la madre. Con la presencia del director del centro, Manuel Flores , y la alcaldesa de Marchena, María del Mar Romero , la consigna fue clara: no habrá personal sanitario en el centro educativo, sino un logopeda más para el aula «pluri» . En contra de todos los criterios de integración, le ofrecieron a los padres educación a domicilio para Abel.