Informe
Tres de cada cuatro jóvenes andaluces con contratos de empleo subvencionados terminan en el paro
La Cámara de Cuentas cuestiona la eficacia de los programas de la Junta para bajar el paro entre 2014 y 2016
Los planes de empleo subvencionados por la Junta de Andalucía para que los ayuntamientos contrataran a jóvenes apenas surtieron efecto. El Programa Emple@ Joven tenía como objetivo mejorar la empleabilidad de este colectivo, azotado por el desempleo, facilitando su acceso al mercado laboral.
En un informe que fiscaliza la ejecución y gestión de estos planes que estuvieron vigentes entre 2014 y 2016, la Cámara de Cuentas de Andalucía destaca que más del 75 por ciento de los jóvenes no fueron contratados después de finalizar los trabajos de cooperación social y comunitaria que realizaron en las corporaciones locales. Los contratos subvencionados a jornada completa tenían una duración máxima de seis meses. Iban dirigidos a personas de entre 18 y 26 años, que eran empleados como asistentes domiciliarios, conserjes, administrativos, personal de limpieza, electricistas o vigilantes.
Las nóminas y seguros sociales estaban financiados por la Junta de Andalucía. En total se gastaron casi 324 millones de euros , de los cuales 174 se destinaron a la primera edición en los ejercicios de 2014 y 2015 –en ese año hubo elecciones autonómicas anticipadas– y 150 millones se consignaron para la segunda, que se ejecutó a lo largo de 2016.
Los auditores de la Cámara de Cuentas miden el porcentaje de jóvenes beneficiarios de fondos que lograron un trabajo en los seis meses posteriores a la finalización del contrato subvencionado. Sólo habían esquivado las listas del paro el 23,98 por ciento de los 36.288 jóvenes beneficiarios en la primera edición y el 18,71 por ciento de los 17.282 contratados en la segunda.
La mayoría de los jóvenes de los planes de empleo que logran trabajo a posteriori sólo son contratados por 30 días
No es el único dato desesperanzador que arroja este estudio. El 62,84 por ciento de los contratos posteriores con duración determinada de la primera edición y la mitad de la segunda fueron de hasta 30 días . «La duración de los contratos posteriores tiende a ser menor que la de los contratos subvencionados. La empleabilidad de la mayoría de los jóvenes en forma de contratos posteriores se realiza por un periodo muy corto», señala la Cámara de Cuentas en las conclusiones. El informe, que se publicó ayer, cuestiona la eficacia de uno de los programas estrella del anterior Gobierno de Susana Díaz para incentivar la contratación y bajar las listas del paro.
Los datos demuestran que su repercusión fue limitado. El impacto en la creación de empleo, medido como el porcentaje de jóvenes beneficiarios sobre la población joven desempleada , fue mayor en el primer y segundo trimestre del año 2015, alcanzando un grado del 3,02% y 7,07%, respectivamente. La segunda edición tuvo un efecto superior al 1% sobre las cifras de jóvenes parados del periodo que transcurre desde el tercer trimestre de 2017 al segundo trimestre de 2018.
La Cámara de Cuentas de Andalucía ha hecho una fiscalización operativa sobre la iniciativa de cooperación social y comunitaria, incluida en los planes de empleo para personas jóvenes en Andalucía,
Descontrol del SAE
La gestión de estos programas por parte del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), órgano que coordina las políticas de empleo de la Junta de Andalucía, también dejó que desear, a juicio de la Cámara. El SAE « no dispone de un registro de los principales hitos del procedimiento de concesión de las ayudas que refleje, entre otras cuestiones, las fechas de presentación de la solicitud, de resolución de concesión, del pago y de la presentación de la documentación justificativa».
La agencia dependiente de la Consejería de empleo ni siquiera realizaba un control adecuado de estos programas y de su eficacia. Por ello, la Cámara recomienda que eleabore « un plan de seguimiento y control del Programa Emple@Joven , que incluya las actuaciones a ejecutar para verificar el cumplimiento de los objetivos de las distintas iniciativas, no sólo de la ICSC fiscalizada». La Cámara de Cuentas echa en falta que contemple aspectos como «la valoración del impacto agregado y complementario de dichas iniciativas sobre la creación de empleo y empleabilidad de los jóvenes, potenciando los indicadores de inserción».
El nuevo Gobierno andaluz recupera estos programas pero con nuevas medidas de refuerzo para evitar que se repitan estos problemas. La Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo anunció que pondrá en marcha en el segundo trimestre del año la nueva convocatoria de las Iniciativas de Cooperación Local (ICL), que en su nueva edición incluirán un aumento de los incentivos y nuevos criterios de reparto a los ayuntamientos, en los que se incluya el factor del riesgo de despoblación, con idea de mejorar los resultados de empleabilidad en los municipios. El nuevo programa incluye acciones de orientación personalizadas a los desempleados que han participado en las ICL y mejorar la normativa reguladora para facilitar su gestión y tramitación.
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