Crisis en Podemos

Teresa Rodríguez e Irene Montero se tiran sus «casas» a la cabeza

La bronca entre ambas esconde diferencias políticas y graves acusaciones

Pablo Iglesias, junto a Teresa Rodríguez en un mitin de Podemos Juan Flores

Stella Benot

No ha faltado ningún ingrediente. Ni uno solo para que los desencuentros entre la dirección de Podemos y la exlideresa de la formación morada en Andalucía se conviertan en el epicentro de la polémica política en todo el territorio nacional.

Que Teresa Rodríguez tenía cuentas pendientes con Pablo Iglesias e Irene Montero no era ningún secreto . En multitud de ocasiones, la lideresa de Anticapitalistas ha censurado la compra del famoso chalé de Galapagar por la pareja y no ha perdido la ocasión para afirmar que ella y su pareja, —José María González Santos, Kichi, alcalde de Cádiz— siguen viviendo en un bajo en el barrio de la Viña, uno de los más castizos pero también de los más populares de la capital gaditana. Pero, hasta este viernes no se habían tirado los trastos a la cabeza en la plaza pública que es la red social twitter provocando, además, un sinfín de reacciones de mujeres dedicadas a la política que han visto cómo la ministra de Igualdad —nada menos— justificaba la expulsión de Teresa Rodríguez del grupo parlamentario de Adelante Andalucía cuando estaba de baja por maternidad.

El pasado miércoles la Mesa del Parlamento de Andalucía expulsaba a Teresa Rodríguez y a otros siete diputados afines acusándolos de transfuguismo y a petición de Podemos, en una propuesta que presentó la portavoz de IU Inmaculada Nieto y que contó con los votos de PSOE, PP y Vox. Con ese acuerdo, Teresa Rodríguez pierde representatividad ya que pasa a ser diputada no adscrita, con lo que pierde todos los cargos parlamentarios, no puede preguntar al presidente de la Junta y sólo puede formular dos preguntas al Consejo de Gobierno en cada período de sesiones.

Hay que reconocer que l a lideresa de Anticapitalistas ha sido muy hábil llevando la polémica política, las enormes diferencias que tiene con la dirección de Podemos, a la lucha feminista ocultando el feo debate del transfuguismo del que le acusan sus excompañeros de partido a una lucha en defensa de los derechos de las mujeres. Un jardín, por cierto, en el que Irene Montero se metió sola.

La bronca

En una entrevista en RNE, la ministra de Igualdad justificaba que Teresa Rodríguez haya sido expulsada de Adelante Andalucía durante su permiso maternal: «Vosotros sabéis, porque yo he tenido dos embarazos muy seguidos y siempre asumiendo responsabilidades políticas, que la política no para mientras estamos de permiso ». Eso sí. La ministra se desvinculó de la medida, por la que Teresa Rodríguez apunta a Pablo Iglesias. Señaló que «forma parte de la autonomía de las organizaciones andaluzas» de Unidas Podemos y Adelante Andalucía. «Ellos y ellas son los que toman las decisiones».

La reacción de Teresa Rodríguez fue inmediata a través de twitter donde replicó que, «con este argumento un empresario le puede decir a una trabajadora: «La fábrica no para por tu permiso de maternidad. A la calle». «Hace daño esto, y no sólo a mí. ¡La ministra de Igualdad!» , concluyó.

«Pensaba que la sororidad era una línea roja, un consenso incuestionable entre las que nos llamamos feministas, una solidaridad de género que va más allá de nuestras posiciones políticas, pero no».

La dirigente andaluza trasladó que tiene la «tranquilidad» de haber apoyado a Montero «siempre que la han atacado desde el Patriarcado». «Lo seguiré haciendo, no por ella sino por mí y por mis hijas y por las hijas de todas», ha señalado.

Pero la ministra de Igualdad no quiso cerrar la polémica sino que, al contrario, la avivó. También vía twitter, Irene Montero le respondió que no ha habían despedido. «Sigues siendo diputada y cobras todo tu salario de política aunque te hayas ido del partido que te llevó a las instituciones. Que te compares con una trabajadora precaria despedida es bochornoso», ha espetado la ministra de Igualdad para recordarle que el adversario común «es el machismo» y que deben combatirlo juntas.

Y eso fue la gota que colmó el vaso porque Teresa Rodríguez respondió con una dura reacción: «No me he comparado con una precaria, he dicho que el argumento es el mismo. Cobro mi salario de profesora, el resto lo dono. Todo el mundo sabe que no estoy en política por el dinero porque yo sí tengo un curro al que volver y la política no me cambió de barrio» , toda una declaración de guerra.

Hay que tener en cuenta también que Teresa Rodríguez ha criticado a Pablo Iglesias acusándolo de faltar a su palabra cuando en febrero de 2020 ambos grabaron un video anunciando una separación amistosa. U n acuerdo por el que Teresa Rodríguez no concurriría al liderazgo de Podemos en Andalucía (y así lo cumplió porque lo dirige Martina Velarde) pero que garantizaba el control de Adelante Andalucía. Ahora, Pablo Iglesias no le coge el teléfono a Teresa Rodríguez.

Las reacciones

La alta intensidad de la polémica entre Irene Montero y Teresa Rodríguez saltó a la política nacional. Muchas mujeres que ejercen cargos públicos entró en la polémica, sobre todo por las palabras de la ministra.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no dudó un instante en echar en cara las contracciones de la formación morada: «Así funcionan en Podemos: defienden abiertamente que se pueda echar a una mujer durante su permiso de maternidad y luego van dando lecciones de feminismo. Unas declaraciones inaceptables y vergonzosas de quien es nada menos que la ministra de Igualdad», escribió en twitter.

En un sentido similar se manfiestó la secretaria general del PP andaluz, Loles López , «Tantos golpes de pecho con el feminismo para acabar usando la maternidad para mentir. Lamentable. No culpe a los demás de sus líos internos porque simplemente hemos admitido a trámite un escrito que ha presentado Su Portavoz, la suya, la que ustedes pusieron», ha dicho explicando, además, el sentido del voto del PP en la Mesa del Parlamento y que ha permitido, junto con los votos de PSOE y Vox, la expulsión de Teresa Rodríguez. Unas palabras que iban también dirigidas a la lideresa de Anticapitalistas que ha sido la primera en poner el foco en que toda esta estrategia política se ha llevado a cabo cuando está dedicada a la crianza de su segunda hija, Candela, que nació el pasado septiembre.

Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso , también censuraba a la ministra en las redes sociales. «Nunca una ministra hizo tanto daño a los derechos de las mujeres en tan poco tiempo. Las palabras de Montero son un paso atrás en la conquista de los derechos de las mujeres españolas».

Claro que también había opiniones que defienden a Teresa Rodríguez. Como la de Tania Sánchez, exportavoz de Podemos en el Congreso: «Una vez más se impone el patriarcado, del que no se libran muchas mujeres, intentando desacreditar la posición política de @TeresaRodr_con la clásica acusación de “histeria”. Por no hablar de la falta de respeto al permiso de maternidad. En fin, fuerza comadre», le escribía.

Mucho más parca en palabras pero más gráfica fue Ángela Aguilera, exportavoz de Adelante Andalucía y una de las diputadas afines a Teresa Rodríguez y que, como ella, ha sido expulsada del grupo parlamentario. En twitter escribía «gracias Irene Montero». No hacía falta nada más.

Llama la atención del PSOE en toda esta polémica , sobre todo porque sus diputadas suelen ser muy activas en las cuestiones relacionadas con el feminismo. Sin embargo, ayer, ¿tal vez porque se trataba de una ministra del Gobierno de Pedro Sánchez? sólo intervindo en la polémica Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla y lo hizo en un tono institucional: «1. El permiso por maternidad es un derecho. 2. Las diputadas andaluzas no tuvimos ese derecho hasta 2009 que se modificó el reglamento. 3. Algunas diputadas luchamos para que las que vinieran detrás pudieran tenerlo. 4. Usarlo como arma arrojadiza es un flaco favor al feminismo». Una opinión muy medida y que se muestra equidistante en la polémica y censura por igual a Teresa Rodríguez y a Irene Montero. Susana Díaz, también siempre defensora de las causas del feminismo, optó por guardar un prudente silencio.

El fondo del asunto

Toda esta polémica en las redes es sólo el fondo de otra más profunda que se ha generado en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía ya que Teresa Rodríguez ha utilizado su permiso de maternidad para denunciar la «jugada» que le han hecho sus antiguos compañeros de filas. Pero evita que se sepa que durante su permiso maternal, ella ha estado trabajando para apartar a Izquierda Unida del control del grupo parlamentario.

El 11 de agosto, antes de dar a luz a su segunda hija pero cuando ya estaba prácticamente retirada por su avanzado estado de gestación, mantuvo una reunión con Toni Valero, coordinador de IU, para tratar de recomponer las relaciones en el seno de Adelante Andalucía . El día 12 de agosto, Teresa Rodríguez hizo declaraciones a los medios de comunicación dando por rotas las relaciones.

Además, el 28 de agosto, la lideresa de Anticapitalistas creó una cuenta bancaria nueva a nombre de Adelante Andalucía para administrar el dinero que el Parlamento envía para el funcionamiento del grupo parlamentario. Y hace unas dos semanas, Teresa Rodríguez lo comunicó formalmente para que allí se recibieran los ingresos trimestrales que hace la Cámara. Trabajo político mientras estaba de permiso maternal.

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