Susana Díaz, de gira mediática por Madrid

La lideresa socialista ha pasado los dos últimos días recluída en su despacho de la calle San Vicente . Nadie la ha oído hablar en público sobre la sentencia del caso ERE. Lo hará en la mañana de este jueves en sendas entrevistas en medios nacionales , la SER y la Sexta, donde los andaluces podrán conocer por primera vez su valoración. ¿Por qué la expresidenta de la Junta abandona Andalucía para dar explicaciones de un asunto tan grave?

Pura estrategia de supervivencia. O de intento de supervivencia. Susana Díaz ha escuchado las voces que no sólo le piden a ella responsabilidades sino que también lo hacen a Pedro Sánchez ya que quienes han sido condenados por los tribunales por delitos de prevaricación (Chaves) y malversación y prevaricación (Griñán) han sido los presidentes federales del PSOE. Con su gira mediática por Madrid Susana Díaz desplaza el foco precisamente a la capital de España por lo que la gravísima condena de los ERE ya no es sólo cosa suya sino también de Pedro Sánchez.

A pesar de este movimiento, Díaz ya ha recibido la primera advertencia de los cuadros de su partido . El portavoz del Senado, Ander Gil , decía este miércoles en RTVE una obviedad: «El futuro de Susana Díaz y del PSOE andaluz lo decidirán los militantes». Así lo establecen los Estatutos Federales del PSOE por lo que no hay otro camino salvo que Sánchez la destituyera formalmente (como ella hizo con él) abriendo un frente que al presidente en funciones es lo que menos le interesa en este momento.

Pero el mensaje lleva una carga de profundidad porque desde que perdió la Junta de Andalucía el pasado 2 de diciembre, hay un grupo cada vez más numeroso de socialistas andaluces (y muchos de ellos susanistas hasta ahora) que están preparando su relevo. Y la secretaria general es plenamente consciente de ello. Por eso su círculo de confianza es cada vez más reducido.

La pérdida del poder era la muestra de que tenían que dar un nuevo impulso al partido. Con la demoledora sentencia de los ERE — que ha removido a todo el PSOE andaluz que no se la esperaba tan dura y que confiaba en salvar, al menos a los dos expresidentes— el cambio en la dirección regional es casi una necesidad aunque Susana Díaz no lo va a poner fácil. Al menos por el momento. Quién sabe si ahora sí aceptaría un cargo lejos de Andalucía en el nuevo Gobierno.