Coronavirus en Andalucía

La Sociedad de Medicina de Familia aboga por la atención telefónica sin demoras

«Haría falta contratar personal especial para seguir los contactos», asegura su presidente

Una famlia acude a un centro sanitario en Córdoba Rafael Carmona

M. Moguer

Alejandro Pérez preside la sociedad científica andaluza que agrupa a los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, l a Samfyc . Se incorporó a su consulta el pasado miércoles y ya tenía citas marcadas para la semana siguiente. «Vamos con muchísima demora, porque hay mucha más gente con coronavirus. Esto supone muchas pruebas, estudiar los contactos y además atender las enfermedades normales que aumentan porque hace meses que los pacientes con patologías crónicas no ven al especialista o porque, con la pandemia, se ha retraso la actividad quirúrgica no urgente y quien esperaba una prótesis de rodilla acude ahora para que le calmen el dolor con una infiltración... La gente está un poco al límite».

Pérez coincide con otros profesionales en que las labores de rastreo y la toma de muestras para pruebas Covid-19 está condicionando el día a día de los centros de salud. «Ahora mismo hay una enfermera en mi centro que se dedica exclusivamente a sacar sangre hasta las diez de la mañana. Desde esa hora sólo llama a pacientes con Covid. Y eso ahora. Si en octubre estamos peor, a ver».

Para paliar la situación aboga por contralar a otros perfiles profesionales que puedan asumir la tarea que ahora están desarrollando los médicos y la enfermería en el control de brotes y la llamada a pacientes y contactos de positivos. «Haría falta contratar personal especial de seguimiento de los contactos, a quienes aún están sanos pero pueden enfermar para evitar que se multipliquen los casos. Pueden ser auxiliares con conocimientos de clínica».

No obstante, reconoce lo complicada que es la situación. «Septiembre y octubre son dos meses para intentar ponernos al día. Para que llames hoy y mañana o pasado mañana como muy tarde tengas cita. Luego llega Navidad y la gente se toma vacaciones y estamos todo el mes de enero recuperando para en febrero tener una demora normal». Eso en condiciones ordinarias, pero la situación es excepcional.

Pérez coincide en que la atención telefónica es un cambio importante que se ha tenido que hacer a marchas forzadas. «La idea de que esa sea la entrada al centro es buena, siempre y cuando se pueda hacer de la forma más rápida posible. Puedes saber la gravedad y gestionar la cita o evitar citas para recetas... pero la solución no pasa por decirle al médico que la consulta telefónica pasa de siete a cuatro minutos».

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