EL FUTURO DEL PP ANDALUZ

El siguiente reto de Juanma Moreno: poner orden en las provincias

El próximo 2020 deberían celebrarse los congresos regionales y provinciales en el PP. Muchos piden cambios urgentes

José Antonio Nieto, Juanma Moreno y Loles López en el Parlamento de Andalucía Raúl Doblado

Stella Benot

El momento es ahora . O, al menos, eso piensa una parte importante del PP andaluz una vez que se ha cerrado el complicado y larguísimo ciclo electoral. O más, bien, el momento será en cuanto haya Gobierno en España y se tranquilicen las aguas también en el partido a nivel nacional.

Según consta en los estatutos del PP, los congresos y la renovación o revalidación de los liderazgos se renuevan cada tres años y se hace de arriba abajo, empezando por el nacional. El congreso extraordinario que encumbró a Casado hace poco más de un año ha cambiado el ritmo de los tiempos y la Secretaría General de Teodoro García Egea es ahora la que tiene que decidir qué pasa con el resto de congresos regionales, provinciales y locales. Si se celebran y cuándo lo hacen.

A la espera de esta decisión orgánica, el PP andaluz ya se ha empezado a movilizar porque hay muchos frentes abiertos y la tensión se palpa en el partido, sobre todo después del resultado de las últimas elecciones. Es cierto que se han logrado cuatro diputados más que en abril, un 3,36% más de votos, pero l os resultados no son nada buenos sobre todo teniendo en cuenta que se han logrado teniendo en sus manos nada menos que el Gobierno de la Junta .

Muchas voces alertan de que el próximo en presentarse ante las urnas será Juanma Moreno y que tres años son muy poco tiempo para hacer un partido fuerte, unido y con músculo electoral , imprescindible para revalidar el poder en la Junta sobre todo con la precariedad que tiene ahora mismo Ciudadanos y su futuro incierto. Los designios del PP andaluz pasan ahora por la mano de Elías Bendodo que desde San Telmo controla más las estructuras internas de lo que correspondería a su cargo en detrimento de Loles López.

Por eso hay un movimiento que plantea una urgente renovación de la dirección regional que se dedique a consolidar el partido en las provincias. Suenan varios nombres para ocupar la próxima Secretaría General y sobresale el de José Antonio Nieto , el portavoz parlamentario que está mostrando a Moreno su lealtad, dejando a un lado el pasado que lo situaba como posible rival.

Hay otro factor a tener en cuenta en la renovación del PP andaluz. Juanma Moreno cuenta con la complicidad de Pablo Casado, lo que no sucedía hasta ahora . En este contexto político, ambos tienen el mismo objetivo ya que son líderes asentados que se necesitan mutuamente. Da igual de donde hayan venido, lo importante es mantener el poder en Andalucía como palanca para lograr el de España.

La segunda revolución pendiente —y urgente— pasa por las direcciones provinciales. Hay cinco, Sevilla, Huelva, Cádiz, Jaén y Granada , con serios problemas internos, con tensiones que las elecciones no han resuelto. Prueba de ellas es que ha habido provincias con dificultades para nombrar apoderados en todos los colegios electorales. A esto se une el factor Vox : la mayor parte de sus miembos y de sus votantes, ha salido de las filas del PP, una sangría que hay que cortar a la mayor brevedad.

Los respectivos presidentes provinciales no han sido capaces, no han tenido los medios o no han logrado unir al partido en un momento en el que es crucial hacerlo.

Las diferencias en Sevilla son graves y se han ahondado desde el último congreso provincial que situó a Virginia Pérez en la dirección del partido. Se llegó a un pacto —Loles López mediante— para conformar una dirección unida, acuerdo que se ha roto por los últimos nombramientos de Pérez, que es también diputada en el Parlamento andaluz y que mantiene una comunicación constante y fluída con la secretaria general.

En Cádiz la situación no es menos tensa y en Huelva el episodio de Juan José Cortés ha evidenciado la complicada situación por la que está pasando la estructura del PP. Es, además, la única provincia en la que el PSOE ha logrado un diputado más en las últimas elecciones, un dato bastante revelador.

En Jaén , el último movimiento del presidente provincial, Juan Diego Requena, ha sido nombrar a Manuel Bonilla como portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento en sustitución de Javier Márquez, ex alcalde de la capital y recién elegido senador por la provincia. Una renovación que no era obligada ya que hay alcaldes, como José Luis Sanz de Tomares, que compatibilizan su trabajo en el Ayuntamiento con el cargo de senador.

La situación de Sebastián Pérez en Granada es también muy delicada. Ha habido varios intentos por darle una salida, la última como senador, pero no ha habido solución por el momento. El partido en la provincia sigue dividido si bien hay algunos referentes, como la consejera de Fomento Marifrán Carazo, que estarían en disposición de abrir un espacio de diálogo.

Córdoba es justamente el otro extremo. Es el ejemplo del partido unido, integrado , con buen tono y músculo agrandado por la Alcaldía de José María Bellido que se entiende a las mil maravillas con su presidente, el diputado andaluz Adolfo Molina . Precisamente en esta paz cordobesa es donde surge la candidatura de Nieto a la Secretaría General.

Málaga es una balsa de aceite mecida por la acaparación de puestos en el nuevo Gobierno andaluz . Elías Bendodo la dirige sin problemas y el clan malagueño se ha extendido por todos los resortes del poder. El alcalde de la capital, Francisco de la Torre, sigue siendo un verso suelto pero también aporta al partido una imagen de tolerancia e integración de las voces discrepantes que le viene muy bien.

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