Los galardones del 28-F
Los servicios públicos de primera línea del Covid, protagonistas sin medallas del 28-F
El acto de entrega de los galardones en el Teatro Maestranza culminó con la interpretación del himno de Andalucía por parte del cantante Raphael
Sanitarios, bomberos, servicios de emergencias del 112, Ejército, Protección Civil, 061, Policía Nacional, Guardia Civil… todos los que estuvieron en primera línea de Covid, levantaron al público que asistía este 28-F a la entrega de medallas de sus butacas y concitaron la ovación continuada y cerrada durante al menos cinco minutos en el Teatro Maestranza de Sevilla . Y eso que estos héroes anónimos no estaban entre los premiados de este año, pero el batir de palmas fue completamente espontáneo. Como un homenaje a su labor y en medio del acto, para que les pusiéramos cara, nombre y apellidos concretos — Fran Fernández, sanitario; Lola Rodríguez, del 112; Janet Lastra, policía nacional y Paula Romero, de Protección Civil— , subieron al escenario en representación del amplio espectro de todos y cada uno de los que han dado la cara durante el confinamiento. En este apartado, por supuesto, también se mencionó a los empleados del sector privado que no han cerrado ni un solo día sus negocios por ser considerados servicios esenciales. Palabras de agradecimiento para l os panaderos, farmacéuticos, cajeros, repartidores… todos los que nos han hecho la vida un poco más llevadera durante esta pandemia.
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Si continuamos con el «aplausómetro», el Hijo Predilecto de Andalucía de este año, Rafael Martos Sánchez , conocido en todo el mundo como Raphael, consiguió el segundo puesto en el escalafón. «Que me hayan dado esta medalla es que esta tierra siempre me ha ayudado y empujado, pero soy yo —afirmó con un toque de humildad el cantante— el que debería dar de vuelta a Andalucía este premio», manifestó Raphael no sin antes proclamar que «es un orgullo muy grande tener una segunda madre que se llama Andalucía». «Puedo afirmar que en 60 años que llevo de carrera, he cantado tantas veces ‘Yo soy aquel’ como proclamado que soy andaluz y abrazo a mi tierra». El linarense fue el que al final y como colofón cerró la ceremonia cantando el himno de Andalucía con el acompañamiento de un piano. Mérito y empeño no le faltó porque la letra, sobre todo al final, la alteró un poco.
También se puso de manifiesto cómo de las seis mujeres parlamentarias de la primera época se ha pasado a casi la mitad de la composición de esta legislatura.
Y la medalla de bronce, en cuanto a la acogida, fue el Parlamento, «verdadera representación del pueblo andaluz, que recibió la Medalla de Andalucía Manuel Clavero Arévalo . Para recoger la presea subieron, en representación de los diez presidentes que ha tenido la Cámara de Diputados, Marta Bosquet, que abandonó la mesa que compartía con el presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, y ser la protagonista junto a Pablo Durán, Mar Moreno y Javier Torres Vela , que por edad fue el que la recibió. En el vídeo previo a las entregas se hizo un resumen de las diferentes sedes que ha tenido la Cámara desde sus inicios, cuando se constituyeron en el Alcázar de Sevilla, hasta su traslado definitivo al Hospital de las Cinco Llagas en 1992. También se puso de manifiesto cómo de las seis mujeres parlamentarias de la primera época se ha pasado a casi la mitad de la composición de esta legislatura.
La ceremonia de entrega, sólo retrasada cinco minutos sobre la hora prevista de inicio, las doce y media, comenzó con unos acordes de guitarra y una pequeña pieza de teatro donde se representaba de forma simbólica la esperanza y el miedo, los dos ejes que han vertebrado un año marcado por la pandemia del coronavirus. Que éste estaba presente quedó patente por el hecho de que en un aforo de 1.800 personas, sólo 300 acudieron a la gala, incluyendo galardonados, invitados, periodistas, fotógrafos y técnicos. Ese sexto de ocupación se vio compensado por la proyección de una gran bandera de Andalucía con su escudo sobre las gradas más altas del teatro.
La transición de la entrega propiamente dicha la llevó a cabo Pepe de Lucía, Medalla de Andalucía de las Artes, que hizo una demostración de su cante jondo para deleite de los asistentes. De Lucía, natural de Algeciras y con tres galardones en su familia como el que ha recibido, comparó esta entrega como «si mi madre me diera un abrazo», y nada más poseerla la elevó al cielo. Por orden de entrega el hilo fue como sigue: primero, la Asociación Andaluza de Mujeres Empresarias del Sector del Medio Ambiente (Ansemac); recogió el distintivo al Mérito Medioambiental su presidenta, Esperanza Fitz Bermúdez, quien antes en su vídeo de presentación se mostró orgullosa de ser garantes del desarrollo sostenible.
Cancelar en Madrid
Los siguientes galardonados fueron Los Morancos, que, según desveló Moreno Bonilla, tuvieron que cancelar una actuación suya en Madrid con todas las entradas vendidas para venir a colgarse las medallas de las Artes de Andalucía. Los trianeros hermanos César y Jorge Cadaval no cabían en sí de satisfacción. Este último lo definió con su insuperable toque de humor: «Me siento como un sapo haciendo espuma en un lago para poner los huevos».
A continuación, fue el empresario Javier Targhetta , consejero delegado de Atlantic Cooper, el que recogió su medalla de la Economía y la Empresa. Targhetta vino a insuflar un halo de esperanza, donde «saldremos adelante y habrá una recuperación económica después de esta crisis». Y de la gran empresa a la pequeña, ya que Lorenzo Amor, cordobés afincado en Jerez, recibió también un distintivo por su labor en la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA, «que aunque presente ya en toda España nació aquí». Amor tuvo unas palabras de aliento para los 547.000 pequeños autónomos andaluces, «a muchos de los cuales les he visto llorar» apesadumbrados por el cierre de comercios y proyectos.
Pedro López Castillejo vino a recibir, como presidente del Real Círculo de la Amistad de Córdoba , la recompensa a 170 años de historia de esta institución que cuenta con más de 2.500 socios y toda una vida dedicada al mundo de la cultura y las bellas artes, con una biblioteca de más de 20.000 volúmenes. En el ámbito deportivo fue el Granada Club de Fútbol el merecedor de la medalla del Deporte. Su director general, Antonio Fernández Monterrubio, subió para recoger la medalla del club que «tantas alegrías nos ha dado a los andaluces», en palabras de Moreno. Monterrubio dedicó la medalla a «todos los granadinos que no han podido acompañarnos en los estadios».
El presidente ejecutivo de Europa Press, Asís Martín de Cabiedes, recibió un galardón por la labor de esta agencia de noticias en Andalucía, 30 años continuados de información, cada día con más proyección al incorporar nuevos departamentos como el fotográfico y televisivo. José María Pacheco Guardiola fue merecedor de la Medalla a los Valores Humanos. Este empresario de Konecta ha llevado desde la Fundación Alalá «la integración de los niños más marginados a través de la música, concretamente el flamenco». Al recibir este reconocimiento puso de manifiesto su «compromiso y responsabilidad».
Ser asidero donde agarrarse las mujeres víctimas de la explotación sexual sirvió para premiar a la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor de Almería. La Medalla de Andalucía de la Solidaridad y la Concordia la recogió su directora Mar Teresa Foronja.
Para los que ya no están
La presentación de la gala corrió a cargo de Eva González, que repite trabajo porque ya lo hizo también el año pasado. No quiso pasar por alto los más de ocho mil muertos contabilizados por el Covid y Andalucía, y con un baile de nombres propios de los que ya no están con nosotros corriendo a toda prisa, se formó al final el común en letras mayúsculas de Esperanza. Todo un símbolo. Como lo fue también que dos jóvenes, el rapero Pablo Sudoku y la cantante flamenca Teresa Hernández , los dos de La Línea, dejaran con su música la impronta de la Andalucía del mañana. Sin duda más alegre que la que hemos tenido que vivir.