Educación
Segundo curso Covid en Andalucía, esta vez marcado por las vacunas
Educación apuesta por la presencialidad pero se abre a lecciones telemáticas si hay brotes. Se mantienen los ‘grupos burbuja’ de alumnos pero la distancia de seguridad se reduce a 1,2 metros
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El próximo curso en Andalucía no se libra de las mascarillas, de la distancia de seguridad ni de los grupos burbuja. Las medidas que tan buenos resultados dieron el pasado año en las aulas de la comunidad se mantienen casi íntegras también desde septiembre pese a que hay un elemento diferenciador: las vacunas.
La situación a semanas de que empiece el curso nada tiene que ver con lo que se vivió el pasado mes de agosto. El año pasado por estas fechas la segunda ola empezaba a subir y los contagios aumentaban —de forma muy tímida aún, pero subían— cada día. Ahora la quinta ola se retira a marchas forzadas y no hay en el horizonte por ahora ningún elemento que haga sospechar de un repunte.
También han cambiado radicalmente las armas con las que se puede luchar contra el Covid-19 . A los elementos preventivos se sumaron a primeros de este año las vacunas. La Junta se marcó como objetivo que todos los mayores de 12 años —la población que puede recibir la vacuna— estuvieran inmunizados a su regreso a las aulas.
El objetivo puede conseguirse. De hecho, el 71,8 por ciento de los jóvenes de entre 12 y 19 años tienen al menos una dosis de la vacuna y el 24,4 por ciento la pauta completa. Quedando tres semanas para el inicio del curso, al menos el 70 por ciento de la población objetivo estará inmunizada. A eso hay que sumar que todos los docentes ya tienen la vacuna puesta desde la primavera pasada.
Sin embargo, desde la Consejería de Educación prefieren curarse en salud y mantener las medidas del año pasado contra el Covid aunque muchos de quienes acudan a las aulas estén inmunizados. En primer lugar porque todos los menores de 12 años están sin vacunar. Pero, además, porque los sueros contra el coronavirus protegen contra la enfermedad y la muerte pero no contra la transmisión en su totalidad.
Docentes extra
Por eso, señalan desde la consejería que dirige Javier Imbroda, este curso habrá hasta 5.300 profesores extra para garantizar que se puedan hacer desdobles de clases. El objetivo de esta medida es reducir los grupos y, por lo tanto, las opciones de contagios.
En la misma línea se mantienen los ‘grupos burbujas’ , niños que permanecerán juntos y sin mezclarse con otros con la idea de que se puedan cortar así posibles cadenas de transmisión del Covid-19. Además, señalan desde Educación, se mantendrá la limpieza concienzuda en los centros.
Aún con las vacunas, también se mantienen en este curso los espacios adaptados en los alrededores de los colegios para evitar aglomeraciones . Así, los centros contarán, como en el curso pasado, con varias entradas y salidas y circuitos interiores que eviten que haya muchos alumnos en el mismo lugar.
Los colegios podrán, además, adaptar las horas de entrada y salida para evitar también grupos de personas y flexibilizar los horarios lectivos «con una duración máxima de tres días». Y, como ya ocurría el pasado curso, alumnos, docentes y trabajadores de apoyo deberán llevar siempre la mascarilla , dentro y fuera del aula, siempre que sean mayores de seis años. Aunque el consejero de Educación apostó al final del pasado curso por relajar esta medida en el patio, la idea finalmente no prosperó.
También se mantiene este año el objetivo de identificar a los alumnos que no pueden seguir las clases telemáticas por falta de recursos. Así, Educación ha distribuido 95.000 dispositivos digitales «para reforzar el proceso de digitalización educativa».
Lo que sí varía ligeramente es la distancia entre alumnos en las aulas. Según acordó la Junta con el Gobierno central y el resto de autonomías, pasa de un metro y medio a 1,2 metros.
Hasta 250 millones
Todo esto tiene un coste. Estiman desde Educación que las medidas contra el Covid suponen una factura de 250 millones de euros que, por ahora, afrontará la Junta en solitario . Pero esperan que no acabe siendo así. Así lo planteó el consejero de Educación, Javier Imbroda, en la reunión sectorial celebrada la pasada semana, donde pidió al Gobierno central fondos específicos para las medidas Covid de este curso.
Imbroda aseguró que sería posible reconducir parte del dinero que la Unión Europa ha consignado para los fondos de Recuperación y Resiliencia contra el coronavirus, de modo que ese dinero sirviese para pagar docentes y limpieza de los centros.
Gracias a la vacunación y a las medidas descritas, desde la Junta plantean un curso «cien por cien presencial» . Sin embargo, habrá una excepción: cuando una zona alcance el nivel 3 o 4 de alerta sanitaria por Covid —los más altos— se podrá pasar a la modalidad telemática.
El empeño en que las clases sean presenciales no es nuevo. Educación apostó por este formato ya el año pasado cuando el escenario pandémico era mucho más complicado. Y acertó, contra los pronósticos más catastrofistas de la oposición.
El curso 2020/2021 se desarrolló con toda la normalidad posible dentro de una pandemia mundial y al menos el 95 por ciento de los colegios estuvieron abiertos siempre, incluso en medio de lo peor de la tercera ola, la más grave de las vividas hasta ahora.
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