Sánchez 'ningunea' a Juanma Moreno, mientras prepara una reunión con el presidente catalán
Bendodo lamenta que «no tenga tiempo» para llamarlo por el 19-J y la base de Rota
Entre los preparativos de la cumbre de la OTAN en Madrid y el lanzamiento de planes anticrisis, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), no ha encontrado un hueco en su apretada agenda para descolgar el teléfono y hacer una llamada de cortesía a Juanma Moreno tras su reelección al frente de la Junta de Andalucía.
Diez días después de las elecciones autonómicas del 19 de junio que se saldaron con una mayoría absoluta de 58 escaños , el presidente de la comunidad más poblada de España continúa esperando una llamada. Tampoco le ha comunicado personalmente el despliegue de más destructores del escudo antimisiles en la base naval estadounidense de Rota, radicada dentro de la comunidad autónoma.
Se lo reprochaba este miércoles el portavoz de la Junta en funciones, Elías Bendodo , en la rueda de prensa posterior a un Consejo de Gobierno limitado en su actividad hasta que se renueve el Ejecutivo. « El presidente Sánchez estará muy liado el hombre porque todavía no ha encontrado un hueco para telefonear a Juanma Moreno por los resultados del 19 de junio. No ha tenido un hueco para felicitarlo y ver cómo ha ido el proceso electoral, pero va a tener tiempo para estrechar lazos con el presidente de Cataluña que tiene un proyecto, romper España», le afeó con retranca.
Esta sucesión de 'desaires' con el 'barón' del PP –que, además, ostenta la máxima representación del Estado en esta comunidad– contrastan con el trato preferente que Sánchez da al presidente catalán, el independentista Pere Aragonès . Con el mandatario de ERC –socio parlamentario al Gobierno del PSOE y Podemos–, el jefe del Ejecutivo central prevé reunirse «en las próximas semanas» para abordar la desconfianza generada con el espionaje por el 'caso Pegasus' y los incumplimientos de las inversiones en Cataluña.
Temor por los agravios
La mesa de diálogo reaviva el sentimiento de agravio en el Gobierno andaluz, cuyo presidente tuvo que esperar dos años y medio desde su nombramiento para ser recibido en la Moncloa y poder debatir con Sánchez los problemas y demandas de esta comunidad. «Le pedimos a Sánchez que aclare cuánto va a costar la próxima foto del presidente de la Generalitat», advirtió Bendodo. Poniendo la tirita antes de la herida, confió en que «no tenga la intención de agraviar al resto de comunidades, especialmente a Andalucía, por el resultado electoral, para beneficiar a Cataluña». « Si Sánchez quiere reforzar su alianza con los independentistas, él sabrá , pero desde Andalucía no se va cambiar el rumbo», insistió.
Ya que no le ha felicitado por su victoria –Sánchez lo despachó con un mensaje en su cuenta Twitter en la noche electoral–, en la Junta echan de menos que lo hubiera llamado «para informar» del acuerdo con Estados Unidos para la Base de Rota . Pero no ha habido ni lo uno ni lo otro.
La escasa atención que Sánchez dedica a Moreno contrasta con el precoz marcaje que el líder del PSOE-A, Juan Espadas , somete al futuro Gobierno andaluz. El jefe de la oposición, que se reunió ayer con su grupo parlamentario, le echó en cara que «no funciona desde enero» y propuso medidas ante el «colapso sanitario» , la bajada del número de alumnos por clase y la mejora de las condiciones de las trabajadoras de ayuda a domicilio, según informa M. Moguer . También «exigió» un plan específico un plan de ayudas por la elevada inflación a un Gobierno que aún está por nombrarse y anunció que votará en contra de la regulación de regadíos del entorno de Doñana... Ni un solo día de gracia le ha dado antes incluso de tomar posesión.
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