El Rocío busca el equilibrio en el «santuario natural» de Doñana
Responsables y expertos destacan que el mundo rociero mantiene una relación de respeto con el medio ambiente en este espacio protegido
![El Rocío busca el equilibrio en el «santuario natural» de Doñana](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2017/05/21/s/rocio-camino-huelva-kj1D--620x349@abc.jpg)
Son muchos los lugares santos que se reparten a lo largo y ancho de la geografía mundial , pero sólo unos pocos reúnen ciertas condiciones que los convierten en un polo de atracción irresistible para miles de devotos. ¿Por qué se da esta circunstancia? La fuerza que impulsa a una multitud a darse cita en un enclave concreto para venerar a una imagen está condicionada por un sinfín de factores: culturales, sociales, espirituales y por supuesto, naturales. El emplazamiento de la aldea del Rocío y el entorno en el que se desarrolla la devoción hacia la Blanca Paloma es un ejemplo de ello, y al tratarse de un entorno sensible ha requerido de una extensa regulación, además de una labor de concienciación que posibilite que el impacto del tránsito de los peregrinos hacia la aldea por el interior de Doñana sea el mínimo.
En la actualidad son tres los caminos que atraviesan el Espacio Natural de Doñana. El camino de Moguer , utilizado por todas las hermandades de la zona occidental de la provincia onubense que arroja cifras de tránsito de casi 500 vehículos y más de 12.500 personas. El camino de Sanlúcar, transitado por las hermandades gaditanas soporta el paso de unos 730 vehículos y cerca de 6.000 personas , pero el más multitudinario es el camino de Sevilla, por el que llegan a la aldea más de 2.700 vehículos y casi 24.000 personas. En su totalidad estas tres sendas concitan en los días previos a la romería 4.000 vehículos a motor y casi 42.400 peregrinos.
Aún así, tanto el número de vehículos que atraviesan Doñana durante la romería ha disminuido sensiblemente en la última década. Desde 2007 hasta nuestros días, se ha reducido en un 26% mientras que el número de romeros también se ha recortado en un 6%, un decrecimiento influido no sólo por las medidas de conservación del Espacio Natural sino también por el impacto de la crisis económica.
Devoción y entorno
En cualquier caso, no puede explicarse la devoción rociera si no es a través de su relación con el entorno natural en el que tiene lugar, un entorno sobre cuya conservación hay cada vez una mayor conciencia de todas las partes que intervienen en la preparación y celebración de la romería, convencidos de que el Rocío y Doñana son conceptos indisolubles, que se necesitan y se retroalimentan. Así lo explica Juan Carlos Rubio, ex director del Espacio Natural de Doñana (ocupó el cargo desde 2007 a 2013) y vinculado a la Hermandad del Rocío de Huelva . «Doñana y el Rocío forman parte de una misma realidad: el Rocío es una devoción mariana que tiene su centro en el santuario de la Virgen, que a su vez está en el centro neurálgico de Doñana », afirma. «Doñana es un santuario natural que contiene otro santuario», puntualiza.
Coincide el actual consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el onubense José Fiscal , que combina la máxima responsabilidad en materia de conservación con una proximidad al Rocío que no oculta. «Son dos conceptos que van irremisiblemente unidos y estoy seguro de que será así para siempre», asegura Fiscal. «El Rocío es muchas cosas: es la Virgen, es un momento para la alegría, tiene una importancia cultural, etnográfica y religiosa , pero también es la naturaleza y por tanto, Doñana para la Romería es parte de su esencia y viceversa», explica.
![Peregrinos de camino al Rocío](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2017/05/21/s/camino-rocio-tres-kj1D--510x286@abc.jpg)
Tan fuerte es el vínculo, que hay quien, como el veterinario y delegado de Romería de la Hermandad Matriz de Almonte , Ángel Díaz de la Serna, no saben determinar qué estaba antes. «Ambas realidades van de la mano y tienen que mantenerse en un equilibrio y convivir », advierte.
Esta es sin duda una de las cuestiones que más debate genera. «El Rocío y Doñana tienen que ir de la mano con una vuelta a las tradiciones y a las costumbres, tratando de huir de la masificación y de los medios modernos que suponen un impacto sobre un territorio tan frágil», avisa el antiguo director del Parque. «Los conservacionistas tienen que tener en consideración que los recursos del espacio natural no se limitan a los aspectos de la flora y la fauna sino que deben observar, desde una visión moderna, los factores humanos, culturales y espirituales», explica Juan Carlos Rubio.
Sin embargo, el mundo rociero no ha permanecido impasible ante la necesidad de conservación de Doñana y ha experimentado profundos cambios que el consejero reconoce abiertamente. «Las hermandades tienen una conciencia grande en cuanto a la recogida de basuras», explica. «Muchas de ellas llevan su propio dispositivo, trasladan a los peregrinos que les acompañan la importancia de dejar los sitios lo más intactos posible e incluso hay hermandades que desarrollan campañas de concienciación entre sus hermanos», algo que apostilla el delegado de Romería de la Matriz, que considera que los rocieros «han ido creciendo en responsabilidad». «Las hermandades están totalmente comprometidas y yo creo además que hay que exigirles, porque tenemos la obligación de que las generaciones futuras conozcan el Rocío como lo hemos conocido nosotros», señala De la Serna.
Así, un espacio que antes era transitado sin ningún tipo de cortapisa, se somete desde su declaración como Parque Nacional, a una normativa jurídica que restringe su uso. Esto es algo que ha provocado fricciones en las últimas décadas pero que el mundo rociero ha asumido como producto del desarrollo de una mayor conciencia medioambiental. La relación entre romeros y administraciones ha progresado de forma positiva, algo que reconoce José Fiscal y que Juan Carlos Rubio considera que ha mejorado notablemente tras la llegada a los cargos de dirección del Espacio Natural de personas que conocen y comprenden la propia idiosincrasia de la romería.
Nuevos retos
Pero tanto Doñana como la devoción rociera están en constante crecimiento, lo que plantea nuevos retos a los responsables de ambas parcelas. Para el consejero de Medio Ambiente, la relación entre el Rocío y su entorno sólo puede ir a mejor. «Tendremos que abordar el futuro de la romería desde el consenso absoluto; para que esté completa necesita del medio ambiente y el Parque tiene que tener en cuenta la realidad cambiante de la romería».
Más crítico se muestra Ángel Díaz de la Serna, que considera que la romería necesita de la apertura de nuevos caminos y zonas de sesteo y pernocta, muchas de ellas dentro del Espacio Natural, lo que exige una regulación más allá del afán restrictivo que muchas veces imponen las administraciones. «Habrá que habilitar y regular estos espacios para que las peregrinaciones se desarrollen con normalidad, y quien no cumpla con las normas tendrá que ser sancionado », ratifica.
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