EXPOSICIÓN
El reproche de Escuredo, primer presidente andaluz, al PSOE: «Nadie me ha llamado por el 28F»
El primer presidente de la Junta agradece la distinción Manuel Clavero: «A quien coja la bandera, yo lo apoyaré»
Rafael Escuredo , primer presidente de la Junta de Andalucía, no se lo pensó ni un segundo cuando Juanma Moreno (PP) lo llamó para anunciarle que el Gobierno andaluz lo iba a proponer para la primera medalla que lleva el nombre de Manuel Clavero Arévalo por su trayectoria en defensa de Andalucía.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, Rafael Rodríguez , le preguntó si había dudado al aceptar la distinción en un mano a mano dialéctico entre ambos en la inauguración de la exposición de portadas de periódicos -entre las que hay varias de ABC- sobre el referéndum del 28F de 1980 en la Casa de la Provincia de la Diputación hispalense.
Sin «sentirse el rey del mambo » -dicho por él-, Escuredo alabó al exministro de la UCD Manuel Clavero , que tuvo la «honestidad intelectual» de dimitir por desacuerdos con su partido sobre el proceso autonómico y «vivió en la orfandad política», advirtió. Pocos nombres tan atinados para un reconocimiento del 28-F. «A ver si salimos de una vez del cainismo de la política, de los buenos y los malos. Hoy le toca a uno y mañana a otro», le contestó el pasado lunes a Rodríguez.
No se encontraba allí Clavero Arévalo -que excusó su ausencia- para agradecerle el gesto, pero sí lo estaban escuchando con atención desde la primera fila los tres expresidentes de la Junta -faltaba Susana Díaz, de baja por maternidad- que le sucedieron: José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, con los que no se retrató a pesar de que los fotógrafos que acudieron al acto que organizó la Asociación de la Prensa de Sevilla junto al presidente de la Diputación hispalense, Fernando Rodríguez Villalobos , le habían pedido el posado. «Sois la memoria viva de lo que tuvimos que luchar», se dirigió a ellos desde la tribuna.
El olvido está lleno de memoria, dice Benedetti . Pero Escuredo olvidó muy pocos de los avatares de aquel 28F de hace ya 40 años. Aseguró que el referéndum fue «un triunfo de la izquierda», pero que si «ahora vienen otros y levantan esa bandera, yo no le voy a quitar ese derecho. Todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión, hasta Clavero Arévalo . A cualquiera que coja la bandera yo lo apoyaré». Recordó su huelga de hambre para pedir una autonomía de verdad y no un sucedáneo, ante los obstáculos que ponía la UCD en Madrid. «No hice la huelga de hambre para morir sino para que se hablara de Andalucía».
Tenía Escuredo la fe del converso: « Yo no era andalucista. Como San Pablo, me caí del caballo ». Pero peleó como el que más incluso cuando no lo querían dejar votar porque su nombre no estaba en el censo electoral, pero sí el de su hija de 6 años.
Sobre el conflicto catalán se mostró optimista: «Quiero que se facilite el tema político de Cataluña, pero no quiero que nuestra tierra traicione ese legado del 28F». La clave estará en el reparto de la financiación autonómica, para el que pidió que todos los partidos remen juntos . Aventuró que «habrá transacciones con Cataluña, pero si hay desajustes importantes, ¿cuál será la voz de Andalucía? El 28F es un legado que todos los presidentes tienen la obligación de defender y también todos los partidos». «Andalucía no puede traicionar ese legado», insistió en el acto celebrado este lunes.
«La política del silencio será penalizada». Aviso a navegantes. Al PSOE, cuyas cuotas como militante paga religiosamente -recordó- desde hace 57 años, le dirigió otro reproche: « Nadie me ha llamado para organizar un gran acto ». El olvido de los suyos lo lleva con dignidad, silencio y paciencia... «como un paso de Semana Santa».
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